el nueve de diciembre - Efesios 5.1-20, Ezequiel 14-15 e Isaías 44

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Efesios 5 1Ustedes, como hijos amados de Dios, procuren imitarlo. 2Traten a todos con amor, de la misma manera que Cristo nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio de olor agradable a Dios.
3Ustedes deben portarse como corresponde al pueblo santo: ni siquiera hablen de la inmoralidad sexual ni de ninguna otra clase de impureza o de avaricia. 4No digan indecencias ni tonterías ni vulgaridades, porque estas cosas no convienen; más bien alaben a Dios. 5Pues tengan por cierto que quien comete inmoralidades sexuales, o hace cosas impuras, o se deja llevar por la avaricia (que es una especie de idolatría), no puede tener parte en el reino de Cristo y de Dios.

Vivir iluminados por la luz de Cristo

6Que nadie los engañe con palabras huecas, porque precisamente por estas cosas viene el terrible castigo de Dios sobre aquellos que no lo obedecen. 7No tengan ustedes, pues, ninguna parte con ellos. 8Ustedes antes vivían en la oscuridad, pero ahora, por estar unidos al Señor, viven en la luz. Pórtense como quienes pertenecen a la luz, 9pues la luz produce toda una cosecha de bondad, rectitud y verdad. 10Examinen siempre qué es lo que agrada al Señor. 11No compartan la conducta estéril de los que son de la oscuridad; más bien sáquenla a la luz. 12Pues hasta vergüenza da hablar de lo que ellos hacen en secreto; 13pero cuando todas las cosas son puestas al descubierto por la luz, quedan en claro, 14porque todo lo que se deja poner en claro, participa de la luz. Por eso se dice:
"Despierta, tú que duermes;
levántate de entre los muertos,
y Cristo te alumbrará."
15Por lo tanto, cuiden mucho su comportamiento. No vivan neciamente, sino con sabiduría. 16Aprovechen bien este momento decisivo, porque los días son malos. 17No actúen tontamente; procuren entender cuál es la voluntad del Señor. 18No se emborrachen, pues eso lleva al desenfreno; al contrario, llénense del Espíritu Santo. 19Háblense unos a otros con salmos, himnos y cantos espirituales, y canten y alaben de todo corazón al Señor. 20Den siempre gracias a Dios el Padre por todas las cosas, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.


Contra el culto a los ídolos

Ezequiel 14 1Varios ancianos de Israel vinieron a verme para consultar al Señor. 2Entonces el Señor se dirigió a mí, y me dijo: 3"Estos hombres se han entregado por completo al culto de sus ídolos y han puesto sus ojos en lo que les hace pecar. ¿Y acaso voy a permitir que me consulten? 4Habla con ellos y diles: 'Esto dice el Señor: Todo israelita que se entregue al culto de los ídolos y ponga sus ojos en lo que les hace pecar, y que venga luego a consultar al profeta, tendrá de mi parte la respuesta que se merece por tener tantos ídolos.'
5"Yo les tocaré el corazón a todos los israelitas que se apartaron de mí por causa de sus ídolos. 6Por eso, diles a los israelitas: 'Esto dice el Señor: Vuélvanse a mí, apártense de sus ídolos y dejen todas esas cosas detestables.' 7Si un israelita o un extranjero que viva en Israel se aparta de mí y se entrega por completo al culto de sus ídolos, y pone sus ojos en lo que le hace pecar, y luego recurre a un profeta para consultarme, yo mismo le daré la respuesta: 8Me enfrentaré con ese hombre y le daré un castigo ejemplar, algo de lo que todos hablen, y lo eliminaré de entre mi pueblo. Entonces reconocerán ustedes que yo soy el Señor.
9"Y si un profeta da un mensaje falso, es porque yo, el Señor, engañé a ese profeta; y yo levantaré mi mano para castigarlo y lo eliminaré de mi pueblo Israel. 10Tanto el hombre que hace la consulta como el profeta serán castigados por su pecado, 11para que el pueblo de Israel no vuelva jamás a apartarse de mí ni a mancharse con esos crímenes. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. Yo, el Señor, lo afirmo."

Jerusalén merece ser castigada

12El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 13"Si un país peca contra mí y me es infiel, yo levantaré la mano para castigarlo y le quitaré sus provisiones de alimento; enviaré hambre sobre él, y haré que mueran hombres y animales. 14Y si en ese país vivieran Noé, Danel y Job, solo ellos tres se salvarían por ser justos. Yo, el Señor, lo afirmo.
15"Y si envío animales feroces a un país, para que maten a sus habitantes y lo conviertan en un desierto donde nadie se atreva a pasar por miedo a las fieras, 16si vivieran allí esos tres hombres, no podrían salvar ni a sus hijos ni a sus hijas; solo ellos se salvarían, y el país quedaría convertido en un desierto. Yo, el Señor, lo juro por mi vida.
17"Y si hago venir la guerra sobre todo ese país y ordeno la muerte de hombres y animales, 18si vivieran allí esos tres hombres, no podrían salvar ni a sus hijos ni a sus hijas; solo ellos se salvarían. Yo, el Señor, lo juro por mi vida.
19"Y si envío enfermedades a ese país, y en mi ira siembro allí la muerte y hago que mueran hombres y animales, 20si vivieran allí Noé, Danel y Job, no podrían salvar ni a sus hijos ni a sus hijas; solo ellos se salvarían por ser justos. Yo, el Señor, lo juro por mi vida.
21"Yo, el Señor, digo: Peor todavía será cuando yo mande contra Jerusalén mis cuatro castigos terribles: la guerra, el hambre, los animales salvajes y las enfermedades, y mate a hombres y animales. 22Solo unos cuantos quedarán con vida y podrán salir de allí con sus hijos e hijas. Cuando ellos vayan a ustedes, ustedes verán cómo se han portado y las cosas que han hecho, y se consolarán del castigo que hice venir sobre Jerusalén. 23Se consolarán al ver cómo se han portado ellos y las cosas que han hecho. Entonces reconocerán ustedes que no me faltaba motivo para hacer todo lo que hice con Jerusalén. Yo, el Señor, lo afirmo."

Israel comparado a una vid inútil

Ezequiel 15 1El Señor se dirigió a mí, y me dijo:
2"¿En qué es mejor el tronco de la vid
que la madera de los árboles?
3Su tronco no sirve para nada,
¡ni siquiera para hacer una percha!
4No sirve más que para leña.
Y cuando el fuego ha quemado las puntas
y el centro está hecho carbón,
¿para qué puede servir?
5Si cuando estaba entero
no servía para nada,
¡menos ahora que está quemado
podrá servir para algo!

6"Por eso yo, el Señor, digo:
Así como al tronco de la vid
se le echa en el fuego para que arda,
así también echaré en el fuego
a los habitantes de Jerusalén.
7Yo me declararé enemigo de ellos.
Escaparán de un fuego,
pero otro fuego los devorará.
Y cuando yo me declare su enemigo,
ustedes reconocerán que yo soy el Señor.
8Convertiré su país en un desierto,
por haberme sido infieles.
Yo, el Señor, lo afirmo."


Fidelidad del Señor, único Dios

Isaías 44 1"Escúchame ahora, Israel, pueblo de Jacob,
mi siervo, mi elegido.
2Yo soy el Señor, tu creador,
que te formó desde antes de nacer y que te ayuda.
No temas, Jesurún, pueblo de Jacob,
mi siervo, mi elegido,
3porque voy a hacer que corra agua en el desierto,
arroyos en la tierra seca.
Yo daré nueva vida a tus descendientes,
les enviaré mi bendición.
4Y crecerán como hierba bien regada,
como álamos a la orilla de los ríos.
5Uno dirá: 'Yo soy del Señor',
otro se llamará descendiente de Jacob,
y otro se grabará en la mano: 'Propiedad del Señor',
y añadirá el nombre de Israel al suyo propio."

6El Señor, el rey y redentor de Israel,
el Señor todopoderoso, dice:
"Yo soy el primero y el último;
fuera de mí no hay otro dios.
7¿Quién hay igual a mí?
Que hable y me lo explique.
¿Quién ha anunciado desde el principio el futuro,
y dice lo que está por suceder?
8Pero, ¡ánimo, no tengan miedo!
Yo así lo dije y lo anuncié desde hace mucho,
y ustedes son mis testigos.
¿Hay acaso otro dios fuera de mí?
No hay otro refugio; no conozco ninguno."

Contra la idolatría

9Ninguno de los que hacen ídolos vale nada, y para nada sirven los ídolos que ellos tanto estiman. Los que les dan culto son ciegos y estúpidos, y por eso quedarán en ridículo. 10El que funde una estatua para adorarla como si ella fuera un dios, pierde su tiempo. 11Todos los que la adoren quedarán en ridículo. Los que fabrican ídolos son simples hombres. Si todos juntos se presentaran a juicio, quedarían humillados y llenos de terror.
12Veamos qué hace el herrero: toma su cincel y, después de calentar el metal entre las brasas, le da forma a golpes de martillo. Lo trabaja con su fuerte brazo. Pero si el herrero no come, se le acaba la fuerza, y si no bebe agua, se cansa.
13O veamos al escultor: toma las medidas con su regla, traza el dibujo con lápiz y compás y luego lo trabaja con escoplo; así hace una estatua dándole la figura de una persona e imitando la belleza humana, y luego la instala en un templo.
14O también, alguien planta cedros y la lluvia los hace crecer; después tendrá cedros para cortar. O si prefiere cipreses o robles, los cuida en el bosque hasta que están bien gruesos. 15Luego la gente los usa para hacer fuego; se llevan unos pedazos para calentarse con ellos; se llevan otros para cocer pan; y otros pedazos los usan para hacer la estatua de un dios, y se inclinan ante ella para adorarla.
16O también: la mitad de la madera la pone uno a arder en el fuego, asa carne, se come el asado y queda satisfecho. También se calienta con ella, y dice: "¡Qué bien se está junto al fuego; ya estoy entrando en calor!" 17Y de la madera sobrante hace la estatua de un dios, se inclina ante ella para adorarla, y suplicante le dice: "¡Sálvame, porque tú eres mi dios!"
18Esa gente no sabe, no entiende; tienen los ojos tan ciegos que no pueden ver, y el entendimiento tan cerrado que no pueden comprender. 19No se ponen a pensar, les falta entendimiento para comprender y decir: "La mitad de la madera la puse a arder y en las brasas cocí pan, asé carne y me la comí; del resto hice esta cosa detestable, ¡y lo que estoy adorando es un pedazo de palo!" 20Verdaderamente, es como comer ceniza. Es dejarse engañar por ideas falsas. Esas personas no podrán salvarse. No serán capaces de entender que lo que tienen en sus manos es pura mentira.

El Señor perdona y salva a Israel


21"Israel, pueblo de Jacob,
recuerda que tú eres mi siervo;
tú eres mi siervo, pues yo te formé.
Israel, no te olvides de mí.
22Yo he hecho desaparecer tus faltas y pecados,
como desaparecen las nubes.
Vuélvete a mí, pues yo te he libertado."

23¡Cielo, grita de alegría por lo que el Señor ha hecho!
¡Lancen vivas, abismos de la tierra!
¡Montañas y bosques con todos sus árboles,
griten llenos de alegría,
porque el Señor ha mostrado su gloria
libertando a Israel, el pueblo de Jacob!

24Esto dice el Señor, tu redentor,
el que te formó desde antes que nacieras:
"Yo soy el Señor, creador de todas las cosas,
yo extendí el cielo y afirmé la tierra
sin que nadie me ayudara.
25Yo no dejo que se cumplan
las predicciones de los falsos profetas;
yo hago que los adivinos pierdan la razón.
Yo hago que los sabios se contradigan
y que sus conocimientos resulten pura tontería.
26Pero hago que se cumplan las palabras de mis siervos
y que salgan bien los planes de mis enviados.
Yo declaro que Jerusalén volverá a ser habitada
y que las ciudades de Judá serán reconstruidas.
Yo haré que se levanten de sus ruinas.
27Yo puedo ordenar que se seque el océano
y que sus ríos se queden sin agua.
28Yo le digo a Ciro: 'Tú eres mi pastor,
tú harás todo lo que yo quiero';
y le digo a Jerusalén: 'Tú serás reconstruida';
y al templo: 'Se pondrán tus cimientos.'  "

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