el veintiocho de octubre - 2 Thessalonians 2, Isaías 27-28 y Salmo 118

Patrocinada por la Sociedad Bíblica Americana

Aclaraciones sobre el regreso del Señor

2 Tesalonicenses 2 1Ahora, hermanos, en cuanto al regreso de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, les rogamos 2que no cambien fácilmente de manera de pensar ni se dejen asustar por nadie que diga haber tenido una revelación del Espíritu, o haber recibido una enseñanza dada de palabra o por carta, según la cual nosotros habríamos afirmado que el día del regreso del Señor ya llegó. 3No se dejen engañar de ninguna manera. Pues antes de aquel día tiene que venir la rebelión contra Dios, cuando aparecerá el hombre malvado, el que está condenado a la perdición. 4Este es el enemigo que se levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o merece ser adorado, y llega incluso a instalar su trono en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios.
5¿No recuerdan que yo les hablaba de esto cuando aún estaba con ustedes? 6Y ahora ustedes saben qué es lo que lo detiene, para que no aparezca antes de su debido tiempo. 7Pues el plan secreto de la maldad ya está en marcha; solo falta que sea quitado de en medio el que ahora lo está deteniendo. 8Entonces aparecerá aquel malvado, a quien el Señor Jesús destruirá con el soplo de su boca y reducirá a la impotencia cuando regrese en todo su esplendor. 9En cuanto a ese malvado, vendrá con la ayuda de Satanás; llegará con mucho poder, y con señales y milagros falsos. 10Y usará toda clase de maldad para engañar a los que van a la condenación, porque no quisieron aceptar y amar la verdad para recibir la salvación. 11Por eso, Dios deja que el error los engañe y que crean en la mentira, 12a fin de que sean condenados todos los que no han querido creer en la verdad, sino que se complacen en la maldad.

La actitud de los cristianos

13Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque Dios los escogió para que fueran los primeros en alcanzar la salvación por medio del Espíritu que los hace santos y de la verdad en que han creído. 14Para esto los llamó Dios por medio del evangelio que nosotros anunciamos: para que lleguen a tener parte en la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
15Así que, hermanos, sigan firmes y no se olviden de las tradiciones que les hemos enseñado personalmente y por carta. 16Que nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre, que nos ha amado y nos ha dado consuelo eterno y esperanza gracias a su bondad, 17anime sus corazones y los mantenga a ustedes constantes en hacer y decir siempre lo bueno.


Liberación de Israel

Isaías 27 1En ese día el Señor castigará
con su espada terrible, inmensa, poderosa,
a Leviatán, la serpiente enroscada,
a Leviatán, la serpiente tortuosa,
y matará al dragón que está en el mar.

2En ese día el Señor dirá:
"Canten al viñedo delicioso.
3Yo, el Señor, soy quien lo cuido
y con frecuencia lo riego.
Lo cuido día y noche,
para que no sufra ningún daño.
4No estoy enojado con él.
Si tuviera espinos y maleza,
saldría a hacerles la guerra
y los quemaría por completo.
5Si quiere que yo lo proteja,
que haga las paces conmigo,
sí, que haga las paces conmigo."

6En el futuro el pueblo de Jacob echará raíces,
Israel retoñará y florecerá,
y llenará el mundo con sus frutos.
7Dios no ha castigado a Israel
como castigó a sus opresores,
ni ha dado muerte a Israel
como dio muerte a sus asesinos.
8Dios castigó a su pueblo mandándolo al destierro,
lo expulsó con su soplo terrible,
como cuando sopla el viento del este.
9Pero perdonará el pecado de Jacob
y bajo esta condición borrará sus faltas:
que haga polvo todos sus altares paganos
como si triturara la piedra de cal,
y que no queden más troncos sagrados
ni altares de incienso en honor de los dioses.

10La ciudad fortificada quedó en ruinas,
como casa abandonada,
como desierto sin gente.
Es un lugar donde pasta el ganado,
donde come las ramas y se echa a descansar.
11Las ramas de un árbol se quiebran cuando se secan;
entonces las mujeres las recogen y hacen fuego con ellas.
Es un pueblo sin inteligencia.
Por eso su Creador, el que lo hizo,
no le tendrá compasión ni misericordia.

12En ese día el Señor actuará
desde el Éufrates hasta el río de Egipto,
como quien trilla las espigas;
pero ustedes, israelitas, serán recogidos uno por uno.
13En ese día se tocará la gran trompeta,
y los que estaban perdidos en Asiria,
lo mismo que los que estaban desterrados en Egipto,
vendrán a adorar al Señor
en Jerusalén, en el monte santo.

Advertencia a Samaria

Isaías 28 1¡Ay de Samaria, orgullo y corona
de Efraín, ese pueblo borracho;
adorno glorioso de flores marchitas,
que se alza por encima del fértil valle,
ciudad de gente dominada por el vino!
2El Señor tiene reservado un hombre fuerte,
poderoso como tormenta de granizo,
como tempestad destructora, como lluvia torrencial,
como terrible inundación.
Con la mano echará por tierra,
3y con los pies aplastará,
a la que es orgullo y corona
de ese pueblo borracho de Efraín.
4Y ese adorno glorioso de flores marchitas
que se alza por encima del fértil valle,
será como los primeros higos de la temporada:
que en cuanto alguien los ve
y los tiene a la mano, se los come.

5En ese día
el Señor todopoderoso será una corona gloriosa,
un adorno magnífico para los que queden de su pueblo,
6e inspirará justicia a los jueces en el tribunal
y valor a los soldados que defiendan la ciudad.

Advertencias y promesas a Jerusalén

7También hay otros que se tambalean por el vino
y dan traspiés por las bebidas fuertes:
sacerdotes y profetas se tambalean
por las bebidas fuertes,
se atontan con el vino;
dan traspiés por las bebidas fuertes,
se tambalean al tener visiones
y están borrachos al dictar sentencia.
8Todas las mesas están llenas de vómito asqueroso,
y no hay un solo lugar limpio.
9Hablan de mí y dicen:
"¡Venir a darnos lecciones a nosotros,
a enseñarnos lo que Dios ha revelado!
¡Como si fuéramos niños chiquitos
10que apenas estuvieran aprendiendo a leer:
ba be bi bo bu!"
11Pues bien, si no hacen caso,
será en lenguaje enredado, en idioma extraño,
como Dios hablará a este pueblo.
12Ya él les había dicho antes:
"Aquí está la calma,
aquí está el descanso;
que descanse el fatigado."
Pero no quisieron hacerle caso.
13Por eso el Señor les hablará
como si fueran niños chiquitos
que estuvieran aprendiendo a leer.
Y así, al caminar, caerán de espaldas,
se herirán, caerán en la trampa,
quedarán atrapados.

14Escuchen, pues, la palabra del Señor,
hombres insolentes
que gobiernan este pueblo de Jerusalén.
15Ustedes dicen:
"Hemos hecho un pacto con la muerte,
un contrato con el reino de los muertos,
para que cuando venga la terrible calamidad,
no nos alcance;
hemos buscado refugio en las mentiras,
protección en el engaño."

16Por eso, el Señor dice:
"Voy a poner en Sión una piedra,
una piedra escogida y muy valiosa,
que será la piedra principal
y servirá de fundamento.
El que tenga confianza, podrá estar tranquilo.
17En esa construcción usaré por plomada la justicia
y por nivel la rectitud."

El refugio que ustedes habían buscado en las mentiras
lo destruirá el granizo,
y el agua arrasará su lugar de protección.
18Su pacto con la muerte será anulado,
y su contrato con el reino de los muertos quedará sin valor.
Vendrá la terrible calamidad
y a ustedes los aplastará.
19Cada vez que venga, los arrastrará.
Vendrá mañana tras mañana, de día y de noche.
El solo oir la noticia los hará temblar.
20Será como acostarse en una cama estrecha
y abrigarse con una manta corta.
21El Señor actuará como en el monte Perasim,
intervendrá como en el valle de Gabaón,
para realizar su acción, por extraña que parezca,
para llevar a cabo su obra, su obra misteriosa.
22Así pues, ¡no más insolencia!,
no sea que sus cadenas se les aprieten más;
porque he oído que el Señor todopoderoso
ha decretado la destrucción de todo el país.

23Pongan atención, escuchen lo que digo,
oigan con cuidado mis palabras:
24Cuando un agricultor va a sembrar,
no se pasa todo el tiempo arando
o rompiendo o rastrillando su terreno.
25¿No es verdad que, después de haberlo aplanado,
esparce semillas de eneldo o comino,
y que luego siembra trigo en hileras,
y que en los bordes siembra cebada y centeno?
26Dios le enseña cómo debe hacerlo.
27Porque el eneldo no se trilla,
ni se hace rodar sobre el comino una carreta;
sino que el eneldo se sacude con un palo
y el comino con una vara.
28El trigo se trilla, sí, pero no sin parar;
se hacen pasar las ruedas de la carreta
y se separa el grano, pero sin machacarlo.
29Así también hace sus planes el Señor todopoderoso.
Él tiene planes admirables,
y los lleva a cabo con gran sabiduría.


SALMO 118 (117)

El poder del Señor es extraordinario

1Den gracias al Señor, porque él es bueno,
porque su amor es eterno.
2Que digan los israelitas:
"El amor del Señor es eterno."
3Que digan los sacerdotes:
"El amor del Señor es eterno."
4Que digan los que honran al Señor:
"El amor del Señor es eterno."

5En mi angustia llamé al Señor;
él me escuchó y me dio libertad.
6El Señor está conmigo; no tengo miedo.
¿Qué me puede hacer el hombre?
7El Señor está conmigo; él me ayuda.
¡He de ver derrotados a los que me odian!
8Es mejor confiar en el Señor
que confiar en el hombre.
9Es mejor confiar en el Señor
que confiar en grandes hombres.

10Todas las naciones me rodearon,
pero en el nombre del Señor las derroté.
11Me rodearon por todos lados,
pero en el nombre del Señor las derroté.
12Me rodearon como avispas,
pero su furia se apagó como fuego de espinos;
¡en el nombre del Señor las derroté!
13Me empujaron con violencia, para que cayera,
pero el Señor vino en mi ayuda.
14Yo canto al Señor, que me da fuerzas.
¡Él es mi Salvador!

15En las casas de los hombres fieles
hay alegres cantos victoriosos:
"¡El poder del Señor alcanzó la victoria!
16¡El poder del Señor es extraordinario!
¡El poder del Señor alcanzó la victoria!"
17¡No moriré, sino que he de vivir
para contar lo que el Señor ha hecho!
18El Señor me ha castigado con dureza,
pero no me ha dejado morir.

19¡Abran las puertas del templo,
que quiero entrar a dar gracias al Señor!

20Esta es la puerta del Señor,
y por ella entrarán los que le son fieles.

21Te doy gracias, Señor, porque me has respondido
y porque eres mi salvador.
22La piedra que los constructores despreciaron
se ha convertido en la piedra principal.
23Esto lo ha hecho el Señor,
y estamos maravillados.
24Este es el día en que el Señor ha actuado:
¡estemos hoy contentos y felices!

25Por favor, Señor, ¡sálvanos!
Por favor, Señor, ¡haz que nos vaya bien!

26¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
Bendecimos a ustedes desde el templo del Señor.
27El Señor es Dios; ¡él nos alumbra!
Comiencen la fiesta y lleven ramas
hasta los cuernos del altar.

28Te doy gracias y alabo tu grandeza,
porque tú eres mi Dios.
29Den gracias al Señor, porque él es bueno,
porque su amor es eterno.

La Próxima Página

Esta lectura es de La Biblia, Versión Popular, Segunda Edición Derechos Registrados © Sociedades Bíblicas Unidas 1966, 1970, 1979, 1983

Toque aquí para regresar a la primera pagina de La Lectura Diaria de La Biblia.

Derechos Registrados 2013 BibleNetUSA. All rights reserved. Email vpo@dailybibleclub.com