10La tierra tiembla ante ellas,
el cielo se estremece,
el sol y la luna se oscurecen
y las estrellas pierden su brillo.
11El Señor, al frente de su ejército,
hace oir su voz de trueno.
Muy numeroso es su ejército;
incontables los que cumplen sus órdenes.
¡Qué grande y terrible es el día del Señor!
No hay quien pueda resistirlo.
La misericordia del Señor
12"Pero ahora --lo afirma el Señor--,
vuélvanse a mí de todo corazón.
¡Ayunen, griten y lloren!"
13¡Vuélvanse ustedes al Señor su Dios,
y desgárrense el corazón
en vez de desgarrarse la ropa!
Porque el Señor es tierno y compasivo,
paciente y todo amor,
dispuesto siempre a levantar el castigo.
14Tal vez decida no castigarlos a ustedes,
y les envíe bendición:
cereales y vino
para las ofrendas del Señor su Dios.
15¡Toquen la trompeta en el monte Sión!
Convoquen al pueblo y proclamen ayuno;
16reúnan al pueblo de Dios, y purifíquenlo;
reúnan a los ancianos, a los niños
y aun a los niños de pecho.
¡Que hasta los recién casados
salgan de la habitación nupcial!
17Lloren los sacerdotes, los ministros del Señor,
y digan entre el vestíbulo y el altar:
"Perdona, Señor, a tu pueblo;
no dejes que nadie se burle de los tuyos;
no dejes que otras naciones los dominen
y que los paganos digan:
'¿Dónde está su Dios?' "
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