el nueve de julio - San Marcos 15.1-20, 1 Reyes 10 y Oseas 11.12-12.14

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Jesús ante Pilato
(Mt 27.1-2,11-14; Lc 23.1-5; Jn 18.28-38)

San Marcos 15 1Al amanecer, se reunieron los jefes de los sacerdotes con los ancianos y los maestros de la ley: toda la Junta Suprema. Y llevaron a Jesús atado, y se lo entregaron a Pilato. 2Pilato le preguntó:
--¿Eres tú el Rey de los judíos?
--Tú lo has dicho --contestó Jesús.
3Como los jefes de los sacerdotes lo acusaban de muchas cosas, 4Pilato volvió a preguntarle:
--¿No respondes nada? Mira de cuántas cosas te están acusando.
5Pero Jesús no le contestó; de manera que Pilato se quedó muy extrañado.

Jesús es sentenciado a muerte
(Mt 27.15-31; Lc 23.13-25; Jn 18.38--19.16)

6Durante la fiesta, Pilato dejaba libre un preso, el que la gente pidiera. 7Un hombre llamado Barrabás estaba entonces en la cárcel, junto con otros que habían cometido un asesinato en una rebelión. 8La gente llegó, pues, y empezó a pedirle a Pilato que hiciera como tenía por costumbre. 9Pilato les contestó:
--¿Quieren ustedes que les ponga en libertad al Rey de los judíos?
10Porque se daba cuenta de que los jefes de los sacerdotes lo habían entregado por envidia. 11Pero los jefes de los sacerdotes alborotaron a la gente, para que pidieran que les dejara libre a Barrabás. 12Pilato les preguntó:
--¿Y qué quieren que haga con el que ustedes llaman el Rey de los judíos?
13Ellos contestaron a gritos:
--¡Crucifícalo!
14Pilato les dijo:
--Pues ¿qué mal ha hecho?
Pero ellos volvieron a gritar:
--¡Crucifícalo!
15Entonces Pilato, como quería quedar bien con la gente, dejó libre a Barrabás; y después de mandar que azotaran a Jesús, lo entregó para que lo crucificaran.
16Los soldados llevaron a Jesús al patio del palacio, llamado pretorio, y reunieron a toda la tropa. 17Le pusieron una capa de color rojo oscuro, trenzaron una corona de espinas y se la pusieron. 18Luego comenzaron a gritar:
--¡Viva el Rey de los judíos!
19Y le golpeaban la cabeza con una vara, lo escupían y, doblando la rodilla, le hacían reverencias. 20Después de burlarse así de él, le quitaron la capa de color rojo oscuro, le pusieron su propia ropa y lo sacaron para crucificarlo.


La reina de Sabá visita a Salomón
(2  Cr 9.1-12)

1 Reyes 10 1-2La reina de Sabá oyó hablar de la fama que Salomón había alcanzado para honra del Señor, y fue a Jerusalén para ponerlo a prueba con preguntas difíciles. Llegó rodeada de gran esplendor, con camellos cargados de perfumes y con gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando llegó ante Salomón, le preguntó todo lo que tenía pensado, 3y Salomón respondió a todas sus preguntas. No hubo una sola pregunta de la cual no supiera la respuesta. 4Al ver la reina de Sabá la sabiduría de Salomón, y el palacio que había construido, 5los manjares de su mesa, los lugares que ocupaban sus oficiales, el porte y la ropa de sus criados, sus coperos, y los holocaustos que ofrecía en el templo, se quedó tan asombrada 6que dijo al rey: "Lo que escuché en mi país acerca de tus hechos y de tu sabiduría, es verdad; 7pero solo he podido creerlo ahora que he venido y lo he visto con mis propios ojos. En realidad, no me habían contado ni la mitad, pues tu sabiduría y tus bienes son más de lo que yo había oído. 8¡Qué felices deben de ser tus esposas, y qué contentos han de sentirse estos servidores tuyos, que siempre están a tu lado escuchando tus sabias palabras! 9¡Bendito sea el Señor tu Dios, que te vio con agrado y te entregó el reino de Israel! ¡Por el amor que el Señor ha tenido siempre a Israel, te ha hecho rey para que gobiernes con rectitud y justicia!"
10Luego entregó ella al rey tres mil novecientos sesenta kilos de oro, y gran cantidad de perfumes y piedras preciosas. Nunca llegó a Israel tal cantidad de perfumes como la que regaló la reina de Sabá al rey Salomón.
11Además, la flota mercante de Hiram, que había traído oro de Ofir, trajo también de allá mucha madera de sándalo y piedras preciosas. 12Con la madera de sándalo hizo el rey barandas para el templo del Señor y para el palacio real, y también arpas y salterios para los músicos. Nunca había llegado, ni se ha visto hasta hoy, tanta madera de sándalo. 13Por su parte, el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso pedirle, además de lo que él personalmente le regaló. Después la reina regresó a su país acompañada de la gente a su servicio.

Fama y riqueza de Salomón
(2  Cr 9.13-24)

14El oro que Salomón recibía cada año llegaba a unos veintidós mil kilos, 15sin contar el tributo que le pagaban los comerciantes, los negociantes y todos los reyes de Arabia y gobernadores del país. 16El rey Salomón mandó hacer doscientos escudos grandes de oro batido, empleando en cada uno seis kilos de oro. 17Mandó hacer también trescientos escudos más pequeños, empleando en cada uno poco más de un kilo y medio de oro batido, y los puso en el palacio llamado "Bosque del Líbano". 18Mandó hacer también un gran trono de marfil, y ordenó que lo recubrieran de oro puro. 19El trono tenía seis escalones; su respaldo tenía un dosel redondo y brazos a cada lado del asiento, junto a los cuales había dos leones de pie. 20Había también doce leones de pie, uno a cada lado de los seis escalones. ¡Jamás se había construido en ningún otro reino nada semejante! 21Además, todas las copas del rey eran de oro, lo mismo que toda la vajilla del palacio "Bosque del Líbano". No había nada de plata, porque en tiempos de Salomón esta no era de mucho valor, 22ya que los barcos de Tarsis que el rey tenía llegaban una vez cada tres años, junto con los barcos de Hiram, trayendo oro, plata, marfil, monos y pavos reales.
23El rey Salomón superaba a todos los reyes de la tierra en riqueza y sabiduría. 24Todo el mundo quería verlo y escuchar la sabiduría que Dios le había dado, 25y todos le llevaban cada año un regalo: objetos de plata y de oro, capas, armas, sustancias aromáticas, caballos y mulas.

Salomón comercia con carros y caballos
(2  Cr 1.14-17; 9.25-28)

26Salomón reunió carros y jinetes. Tenía mil cuatrocientos carros y doce mil jinetes, los cuales destinó a los cuarteles de carros de combate y a la guardia real en Jerusalén. 27El rey hizo que en Jerusalén hubiera tanta plata como piedras; y que abundara el cedro como las higueras silvestres en la llanura. 28Los caballos para Salomón eran llevados de Musri y de Cilicia, pues los comerciantes de la corte los compraban allí. 29Un carro importado de Egipto valía seiscientas monedas de plata, y un caballo, ciento cincuenta. Y todos los reyes hititas y sirios los compraban por medio de los agentes de Salomón.


La maldad del pueblo de Dios

Oseas 1112"Efraín me ha rodeado de mentiras;
me ha rodeado de engaños el pueblo de Israel.
Judá se ha separado de Dios,
y ahora es fiel a los ídolos.
Oseas 12 1Efraín se alimenta de aire:
todo el día va tras el viento del este.
Aumenta sus mentiras y violencias,
hace pactos con Asiria
y manda regalos de aceite a Egipto."

2El Señor le ha puesto pleito a Israel.
Va a castigar al pueblo de Jacob por su conducta;
le va a pagar como merecen sus acciones.
3Aun antes de nacer, Jacob suplantó a su hermano,
y cuando ya fue hombre luchó con Dios.
4Luchó con un ángel, y lo venció;
lloró y pidió que le tuviera compasión.
Dios lo encontró en Betel
y habló con él allí.
5El Señor, el Dios todopoderoso:
¡el Señor es su nombre!
6Así pues, Israel, vuélvete a tu Dios;
actúa con lealtad y rectitud,
y confía siempre en tu Dios.

7Dice el Señor:
"Canaán tiene en su mano pesas falsas,
porque le gusta estafar.
8Efraín dice: '¡Sí, me he hecho rico,
me he encontrado una fortuna;
pero nadie podrá acusarme
de haber obtenido mis ganancias
por medios deshonestos!'
9Yo, el Señor, que soy tu Dios
desde que estabas en Egipto,
haré que vivas de nuevo en tiendas de campaña,
como en los días de nuestro encuentro en el desierto.

10"Yo hablé a los profetas
y aumenté el número de sus visiones,
y por medio de ellos hablé en parábolas.
11En Galaad hay dioses paganos,
pero solo son falsos dioses.
En Guilgal se ofrecen sacrificios de toros;
sus altares son como montones de piedras
entre los surcos del campo."

12Jacob huyó a los campos de Aram, y allí, para conseguir esposa, trabajó cuidando ovejas. 13Por medio de un profeta, el Señor sacó de Egipto al pueblo de Israel; ¡por medio de un profeta, cuidó de él!

14La gente de Efraín ha irritado al Señor,
le ha causado un amargo disgusto.
Por eso el Señor les hará pagar los crímenes cometidos,
y hará caer sobre ellos sus propias maldades.

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