El mandamiento más importante
(Mt 22.34-40)
San Marcos 12
28Al ver que Jesús les había contestado bien, uno de los maestros de la ley, que los había oído discutir, se acercó a él y le preguntó:
--¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?
29Jesús le contestó:
--El primer mandamiento de todos es: 'Oye, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor.
30Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.'
31Pero hay un segundo: 'Ama a tu prójimo como a ti mismo.' Ningún mandamiento es más importante que estos.
32El maestro de la ley le dijo:
--Muy bien, Maestro. Es verdad lo que dices: hay un solo Dios, y no hay otro fuera de él.
33Y amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios que se queman en el altar.
34Al ver Jesús que el maestro de la ley había contestado con buen sentido, le dijo:
--No estás lejos del reino de Dios.
Y ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas.
¿De quién desciende el Mesías?
(Mt 22.41-46; Lc 20.41-44)
35Jesús estaba enseñando en el templo, y preguntó:
--¿Por qué dicen los maestros de la ley que el Mesías desciende de David?
36Pues David mismo, inspirado por el Espíritu Santo, dijo:
'El Señor dijo a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
hasta que yo ponga a tus enemigos
debajo de tus pies.'
37¿Pero cómo puede el Mesías descender de David, si David mismo lo llama Señor?
La gente, que era mucha, escuchaba con gusto a Jesús.
Jesús denuncia a los maestros de la ley
(Mt 23.1-36; Lc 11.37-54; 20.45-47)
38Jesús decía en su enseñanza: "Cuídense de los maestros de la ley, pues les gusta andar con ropas largas y que los saluden con todo respeto en las plazas.
39Buscan los asientos de honor en las sinagogas y los mejores lugares en las comidas;
40y despojan de sus bienes a las viudas, y para disimularlo hacen largas oraciones. Ellos recibirán mayor castigo."
La ofrenda de la viuda pobre
(Lc 21.1-4)
41Jesús estaba una vez sentado frente a los cofres de las ofrendas, mirando cómo la gente echaba dinero en ellos. Muchos ricos echaban mucho dinero.
42En esto llegó una viuda pobre, y echó en uno de los cofres dos moneditas de cobre, de muy poco valor.
43Entonces Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo:
--Les aseguro que esta viuda pobre ha dado más que todos los otros que echan dinero en los cofres;
44pues todos dan de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir.
Gobierno de Salomón 1 Reyes 4
1Salomón fue rey de todo Israel.
2Y sus funcionarios fueron estos: Azarías, hijo del sacerdote Sadoc;
3Elihóref y Ahías, hijos de Sisá, los cronistas; Josafat, hijo de Ahilud, secretario del rey;
4Benaías, hijo de Joiadá, jefe del ejército; Sadoc y Abiatar, sacerdotes;
5Azarías, hijo de Natán, superintendente; Zabud, hijo del sacerdote Natán, consejero particular del rey;
6Ahisar, mayordomo de palacio; y Adoniram, hijo de Abdá, encargado del trabajo obligatorio.
7Salomón tenía doce intendentes sobre todo Israel, cuya obligación era proveer de todo al rey y a su familia. Cada uno de ellos debía proveerlo de todo durante un mes al año.
8Estos doce intendentes eran:
Ben-hur, en los montes de Efraín;
9Ben-déquer, en Macás, Saalbim, Bet-semes, Elón y Bet-hanán;
10Ben-hésed, en Arubot, y también en Socó y en todo el país de Héfer;
11Ben-abinadab, en toda la provincia de Dor; su mujer era Tafat, hija de Salomón;
12Baaná, hijo de Ahilud, en Taanac, Meguido y toda Bet-seán, que está junto a Saretán, más abajo de Jezreel, desde Bet-seán hasta Abel-meholá, más allá de Jocmeam;
13Ben-guéber, en Ramot de Galaad, que tenía a su cargo las aldeas de Galaad, que pertenecían a Jaír hijo de Manasés, y también la región de Argob, que estaba en Basán, donde había sesenta grandes ciudades con murallas y cerrojos de bronce;
14Ahinadab, hijo de Idó, en Mahanaim;
15Ahimaas, que se casó con Basemat, hija de Salomón, en Neftalí;
16Baaná, hijo de Husai, en Aser y en Alot;
17Josafat, hijo de Parúah, en Isacar;
18Simí, hijo de Elá, en Benjamín;
19Guéber, hijo de Urí, en la región de Gad, país de Sihón, rey de los amorreos, y de Og, rey de Basán.
Había, además, un intendente general sobre todo el país.
Sabiduría y prosperidad de Salomón
20Judá e Israel tenían una población incontable, como la arena que hay a la orilla del mar. Había abundancia de comida y bebida, y reinaba la alegría.
21Salomón era soberano de todos los reinos comprendidos desde el río Éufrates hasta el país filisteo y hasta la frontera de Egipto, los cuales pagaron tributo y estuvieron sometidos a Salomón mientras él vivió.
22La provisión diaria para Salomón era de seis mil seiscientos litros de flor de harina, trece mil doscientos litros de harina,
23diez toros de los más gordos, veinte toros criados con hierba, y cien ovejas, sin contar ciervos, gacelas, gamos y aves bien gordas,
24pues Salomón dominaba en toda la región al oeste del Éufrates, desde Tífsah hasta Gaza, y sobre todos los reyes de esta región, y había pacificado todo el territorio de alrededor.
25Mientras Salomón vivió, los habitantes de Judá e Israel, desde Dan hasta Beerseba, vivieron tranquilos, cada cual debajo de su parra y de su higuera.
26Salomón tenía además cuatro mil caballerizas para los caballos de sus carros, y doce mil soldados de caballería.
27Los intendentes ya mencionados proveían de lo necesario, en el mes que les tocaba, al rey Salomón y a sus huéspedes, procurando que nada faltara.
28En su turno correspondiente, mandaban al lugar donde se les indicaba la cebada y la paja para los caballos y los animales de tiro.
29Dios concedió a Salomón mucha sabiduría e inteligencia, y una comprensión tan abundante como la arena que está a la orilla del mar,
30hasta el punto de que la sabiduría de Salomón sobrepasó a la de los egipcios y los orientales.
31Fue más sabio que ningún hombre: más sabio que Etán, el descendiente de Zérah, y que Hemán, Calcol y Dardá, hijos de Mahol. Su fama se extendió por todas las naciones de alrededor.
32Pronunció tres mil proverbios y compuso mil cinco poemas.
33Habló acerca de los árboles y las plantas, desde el cedro del Líbano hasta la hierba que crece en las paredes; también habló sobre los animales, las aves, los reptiles y los peces.
34De todas las naciones y reinos de la tierra donde habían oído hablar de la inteligencia de Salomón, venía gente a escucharlo.
Pacto de Salomón con Hiram, rey de Tiro
(2 Cr 2.1-18) 1 Reyes 5
1Cuando Hiram, rey de Tiro, supo que habían consagrado rey a Salomón en lugar de David, su padre, envió sus embajadores, pues Hiram siempre había estimado a David.
2Entonces Salomón mandó decir a Hiram:
3"Tú ya sabes que David, mi padre, no pudo construir un templo al Señor su Dios, por las guerras en que se vio envuelto, hasta que el Señor sometió a sus enemigos.
4Pero ahora el Señor mi Dios nos ha dado calma en todas partes, pues no tenemos enemigos ni calamidades.
5Por lo tanto he decidido construir un templo al Señor mi Dios, conforme a la promesa que él le hizo a David, mi padre, cuando le dijo que su hijo, a quien él haría reinar en su lugar, sería quien construiría un templo en su honor.
6Ordena, pues, que me corten cedros del Líbano. Mis servidores ayudarán a los tuyos, y yo te pagaré lo que me pidas como salario de tus servidores, pues tú bien sabes que ninguno de nosotros sabe cortar la madera como los sidonios."
7Cuando Hiram escuchó el mensaje de Salomón, se puso muy contento y exclamó: "¡Bendito sea hoy el Señor, porque ha concedido a David un hijo tan sabio para que gobierne esa gran nación!"
8Luego Hiram mandó decir a Salomón: "He recibido el mensaje que me enviaste, y cumpliré tu pedido de madera de cedro y de pino.
9Mis servidores la bajarán del Líbano hasta el mar, y de allí haré que la transporten, en forma de balsas, hasta el lugar que me indiques. Allí se desatarán las balsas, y tú recogerás la madera. Por lo que a ti toca, cumple mi deseo de proveer alimentos para mi palacio."
10Por lo tanto, Hiram dio a Salomón toda la madera de cedro y de pino que quiso,
11y Salomón proveyó a Hiram de alimentos para su palacio: cuatro millones cuatrocientos mil litros de trigo y cuatro mil cuatrocientos litros de aceite puro de oliva. Salomón entregaba esto a Hiram cada año.
12Así pues, el Señor concedió sabiduría a Salomón, como le había prometido. Además, Hiram y Salomón hicieron un pacto, y hubo paz entre ellos.
13Entonces el rey Salomón decretó una leva de trabajo obligatorio en todo Israel, y en la leva se reunió a treinta mil hombres,
14los cuales fueron enviados al Líbano por turnos mensuales de diez mil hombres cada vez. De esa manera, estos hombres estaban un mes en el Líbano y dos meses en sus casas. El encargado del trabajo obligatorio era Adoniram.
15Salomón tenía además setenta mil cargadores y ochenta mil canteros en la montaña,
16sin contar los tres mil trescientos capataces que tenía en las obras para dirigir a los trabajadores.
17El rey mandó sacar piedras grandes y costosas para los cimientos del templo, y piedras labradas.
18Los constructores de Salomón y de Hiram, y los vecinos de Guebal, prepararon la madera y labraron las piedras para la construcción del templo.
La corrupción de los gobernantes
Oseas 7
3"Con su maldad y sus mentiras
mi pueblo divierte al rey y a los jefes.
4Todos ellos son adúlteros;
son como el horno, que una vez encendido
deja el hornero de atizarlo
mientras fermenta la masa.
5En el día de la coronación de nuestro rey,
los jefes le hicieron enfermar con el calor del vino.
¡Y él tendió la mano a los que se burlaban!
6Disponen su corazón para la intriga,
como si dispusieran un horno;
duerme el hornero toda la noche,
pero a la mañana el horno sigue bien encendido.
7Sí, todos ellos arden como un horno
que devoró a sus gobernantes.
Todos sus reyes han caído,
y no hay ni uno solo que me invoque.
El pueblo que se apartó de su Dios
8"Efraín se ha mezclado con otros pueblos.
Efraín es como una torta
cocida solamente por un lado.
9Gente extraña ha acabado con sus fuerzas
sin que él se diera cuenta.
¡Hasta el pelo se le puso blanco
sin que él se diera cuenta!
10El orgullo de Israel es testigo en contra suya.
Con todo, ellos no se volvieron
ni buscaron al Señor su Dios.
11Efraín es como una paloma
atolondrada, sin inteligencia:
pide ayuda a Egipto,
acude luego a Asiria...
12Pero cuando vayan allá,
lanzaré mi red sobre ellos;
los haré caer como aves del cielo,
los atraparé a causa de su maldad.
13"¡Ay de ellos por haberse apartado de mí!
La destrucción los alcanzará
porque contra mí se han rebelado.
Yo quiero salvarlos,
pero ellos mienten en contra mía.
14Aunque gritan cuando están en la cama,
no me invocan de corazón.
Para pedir trigo y vino se hacen heridas;
¡se han rebelado contra mí!
15Yo los había enseñado
y había dado fuerzas a sus brazos,
pero ellos planearon maldades contra mí.
16Se volvieron a los ídolos;
son como un arco torcido,
cuya flecha no da en el blanco.
Por hablar con insolencia
caerán sus jefes a filo de espada,
y en Egipto se burlarán de ellos.
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