el veintiséis de abril - Hechos 11.1-18, Josué 11-12 y Job 26

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Informe de Pedro a la iglesia de Jerusalén

Hechos 11 1Los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea recibieron noticias de que también los no judíos habían aceptado el mensaje de Dios. 2Pero cuando Pedro volvió a Jerusalén, lo criticaron algunos de los creyentes procedentes del judaísmo. 3Le preguntaron:
--¿Por qué fuiste a visitar a los que no son judíos, y comiste con ellos?
4Pedro les contó desde el principio todo lo que había pasado. Les dijo:
5--Yo estaba en la ciudad de Jope, y mientras oraba tuve una visión: Vi algo parecido a una gran sábana que, atada por las cuatro puntas, bajaba del cielo hasta donde yo estaba. 6Me fijé bien para ver lo que había dentro, y vi cuadrúpedos y fieras, reptiles y aves. 7Y oí una voz, que me dijo: 'Levántate, Pedro; mata y come.' 8Yo contesté: 'No, Señor, porque nunca ha entrado en mi boca nada profano ni impuro.' 9Entonces la voz del cielo me habló de nuevo, diciéndome: 'Lo que Dios ha purificado, no lo llames tú profano.' 10Esto sucedió tres veces, y luego todo volvió a subir al cielo. 11En aquel momento, tres hombres enviados desde Cesarea a buscarme llegaron a la casa donde estábamos. 12El Espíritu me mandó que, sin dudarlo, fuera con ellos. Y también fueron conmigo estos seis hermanos. Todos entramos en casa de cierto hombre, 13que nos contó cómo en su casa había visto a un ángel, que puesto de pie le había dicho: 'Manda a alguien a la ciudad de Jope para que haga venir a Simón, que también es conocido como Pedro; 14él te dirá cómo puedes salvarte, tú y toda tu familia.' 15Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo vino sobre ellos de igual manera que al principio vino sobre nosotros. 16Entonces me acordé de lo que había dicho el Señor: 'Es cierto que Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.' 17Pues bien, si Dios les da también a ellos lo mismo que nos ha dado a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para oponerme a Dios?
18Cuando los hermanos de Jerusalén oyeron estas cosas, se callaron y alabaron a Dios, diciendo:
--¡De manera que también a los que no son judíos les ha dado Dios la oportunidad de volverse a él y alcanzar la vida eterna!


Josué derrota a Jabín y sus aliados

Josué 11 1Cuando Jabín, el rey de Hasor, supo todo esto, mandó mensajeros para hacer un pacto con el rey Jobab de Madón y con los reyes de Simrón y de Acsaf, 2y con todos los reyes de la región montañosa del norte, del valle del Jordán al sur del lago Quinéret, de la llanura y de las cercanías de Dor hacia el oeste, 3con los cananeos del este y del oeste, con los amorreos, los hititas, los ferezeos, los jebuseos de las montañas y los heveos del monte Hermón, en la región de Mispá. 4Todos estos reyes salieron con sus ejércitos y con muchísimos caballos y carros de guerra. Eran tantos los soldados que no se podían contar, como los granitos de arena a la orilla del mar. 5Todos ellos hicieron un pacto, y acamparon junto a las aguas de Merom, para atacar a los israelitas.
6Pero el Señor le dijo a Josué: "No les tengas miedo, porque yo haré que mañana, a esta misma hora, todos ellos caigan muertos delante de ustedes. Y tú, rómpeles las patas a sus caballos y prende fuego a sus carros de guerra."
7Entonces Josué y todos sus guerreros los atacaron por sorpresa junto a las aguas de Merom, 8y el Señor les dio la victoria a los israelitas, de modo que los fueron atacando y persiguiendo hasta la gran ciudad de Sidón y Misrefot-maim, y por el oriente hasta el llano de Mispá. Ni uno solo de ellos quedó con vida. 9Josué cumplió con lo que el Señor le había ordenado, pues les rompió las patas a los caballos del enemigo y quemó sus carros de guerra.
10Después regresó y tomó la ciudad de Hasor, que había sido el centro de aquel pacto, y mató a su rey 11y a todos los que vivían allí. Todo lo destruyeron por completo, y quemaron la ciudad. 12Y lo mismo hizo con las demás ciudades de aquel pacto: las tomó y mató a sus reyes, y los destruyó por completo, tal como se lo había mandado Moisés, el siervo del Señor. 13Sin embargo, los israelitas no quemaron ninguna de las ciudades que estaban sobre colinas, sino solamente a Hasor. 14Mataron a filo de espada a todos los que vivían en esas ciudades, sin dejar con vida a ninguno, y tomaron posesión de todos los animales y cosas que había en ellas.

Josué cumple las órdenes de Moisés

15El Señor le había dado sus órdenes a Moisés, y Moisés se las dio a Josué, quien las cumplió en todo, sin pasar por alto ninguna de ellas. 16Josué conquistó toda aquella región, es decir, la región montañosa, todo el Négueb, toda la tierra de Gosen, la llanura y el valle del Jordán, y todas las montañas y los llanos de Israel. 17Desde el monte Halac, que se levanta hacia Seír, hasta Baal-gad, que está en los llanos del Líbano, al pie del monte Hermón, Josué capturó y mató a todos los reyes de la región, 18tras pelear contra ellos por mucho tiempo. 19La única ciudad que hizo un pacto con los israelitas fue la de los heveos de Gabaón. Todo lo demás fue tomado a la fuerza, 20pues el Señor hizo que los enemigos se pusieran tercos y resistieran a los israelitas, para que los israelitas los destruyeran por completo y sin misericordia, tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés.
21También por aquel entonces, Josué conquistó y destruyó por completo todas las ciudades de los anaquitas que vivían en el monte Hebrón, en Debir, en Anab y en todos los montes de Judá y de Israel, 22de modo que no quedó ni un solo descendiente del gigante Anac en todo el territorio de Israel. Solo quedaron descendientes del gigante Anac en Gaza, Gat y Asdod.
23Así pues, Josué conquistó toda la tierra, de acuerdo con todo lo que el Señor le había dicho a Moisés. Luego la repartió entre las tribus de Israel, para que fuera su herencia. Después de eso hubo paz en la región.

Resumen de las conquistas de Moisés

Josué 12 1Estos son los reyes que los israelitas derrotaron al este del río Jordán, y los territorios que conquistaron desde el río Arnón hasta el monte Hermón, con toda la región oriental del valle del Jordán:
2Sihón, rey de los amorreos, que vivía en Hesbón. Su reino se extendía desde Aroer, a la orilla del río Arnón, y desde la parte central del valle hasta el río Jaboc, donde empezaba el territorio de los amonitas (es decir, como la mitad de Galaad), 3y dominaba también la parte oriental del valle del Jordán, desde el lago Quinéret hasta el Mar Muerto, en dirección de Bet-jesimot, y hacia el sur hasta el pie del monte Pisgá.
4Og, rey de Basán, uno de los últimos refaítas, que vivía en Astarot y en Edrei. 5Su dominio se extendía desde el monte Hermón, y desde Salcá, y desde toda la región de Basán, hasta la frontera de Guesur y de Maacá, y hasta la otra mitad de Galaad, que era de Sihón, el rey de Hesbón.
6Moisés y los israelitas derrotaron a estos reyes, y Moisés les dio estos territorios a las tribus de Rubén y de Gad y a la media tribu de Manasés.

Resumen de las conquistas de Josué

7Estos son los reyes que Josué y los israelitas derrotaron en la región occidental del río Jordán, comprendida entre Baal-gad, en el valle del Líbano, y el monte Halac, que se levanta hacia Seír. Josué repartió las tierras de estos reyes entre las tribus israelitas, dándoles en propiedad permanente 8la región montañosa, la llanura, el valle del Jordán, las laderas, las tierras del desierto y el Négueb. Estas tierras habían sido de los hititas, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos.
9Los reyes derrotados fueron los siguientes: el de Jericó, el de Ai, ciudad cercana a Betel, 10el de Jerusalén, el de Hebrón, 11el de Jarmut, el de Laquis, 12el de Eglón, el de Guézer, 13el de Debir, el de Guéder, 14el de Hormá, el de Arad, 15el de Libná, el de Adulam, 16el de Maquedá, el de Betel, 17el de Tapúah, el de Héfer, 18el de Afec, el de Sarón, 19el de Madón, el de Hasor, 20el de Simron-merón, el de Acsaf, 21el de Taanac, el de Meguido, 22el de Quedes, el de Jocneam del Carmelo, 23el de Dor, en la provincia de Dor, el de Goím de Guilgal 24y el de Tirsá. Fueron treinta y un reyes en total.


Job 26
Job
1-2¡Qué manera de ayudar al débil,
de salvar al que ya no tiene fuerzas!
3¡Qué bien sabes dar consejos
e instruir al ignorante!
4¿Con ayuda de quién has dicho esas palabras?
¿Quién te ha inspirado para hablar así?

Bildad
5Los muertos, que habitan el mar profundo,
tiemblan de miedo en el fondo del mar.
6El sepulcro, reino de la muerte,
no encierra misterios para Dios.
7Dios extendió el cielo sobre el vacío
y colgó la tierra sobre la nada.
8Él encierra el agua en las nubes
sin que las nubes revienten con el peso;
9oscurece la cara de la luna
cubriéndola con una nube;
10ha puesto el horizonte del mar
como límite entre la luz y las tinieblas.
11Cuando Dios amenaza, tiemblan de miedo
los montes en que se apoya el cielo.
12Con su fuerza dominó al mar;
con su habilidad derrotó al monstruo Rahab.
13Con su soplo dejó el cielo despejado;
con su mano mató a la serpiente escurridiza.
14Y esto no es más que una parte de sus obras;
lo que hemos oído es apenas un murmullo.
¿Quién podrá entender su trueno poderoso?

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