el veintinueve de marzo - San Mateo 23.13-39, Números 23.27-24.25 y Cantares 5.2-6.3

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San Mateo 23 13"¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que cierran la puerta del reino de los cielos para que otros no entren. Y ni ustedes mismos entran, ni dejan entrar a los que quieren hacerlo.
15"¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que recorren tierra y mar para ganar un adepto, y cuando lo han logrado, hacen de él una persona dos veces más merecedora del infierno que ustedes mismos.
16"¡Ay de ustedes, guías ciegos!, que dicen: 'Quien hace una promesa jurando por el templo, no se compromete a nada; pero si jura por el oro del templo, entonces sí queda comprometido.' 17¡Tontos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro, o el templo por cuya causa el oro queda consagrado? 18También dicen ustedes: 'Quien hace una promesa jurando por el altar, no se compromete a nada; pero si jura por la ofrenda que está sobre el altar, entonces sí queda comprometido.' 19¡Ciegos! ¿Qué es más importante: la ofrenda, o el altar por cuya causa la ofrenda queda consagrada? 20El que jura por el altar, no está jurando solamente por el altar, sino también por todo lo que hay encima; 21y el que jura por el templo, no está jurando solamente por el templo, sino también por Dios, que vive allí. 22Y el que jura por el cielo, está jurando por el trono de Dios, y a la vez por Dios, que se sienta en él.
23"¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que separan para Dios la décima parte de la menta, del anís y del comino, pero no hacen caso de las enseñanzas más importantes de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad. Esto es lo que deben hacer, sin dejar de hacer lo otro. 24¡Ustedes, guías ciegos, cuelan el mosquito, pero se tragan el camello!
25"¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que limpian por fuera el vaso y el plato, pero no les importa llenarlos con el robo y la avaricia. 26¡Fariseo ciego: primero limpia por dentro el vaso, y así quedará limpio también por fuera!
27"¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados, bien arreglados por fuera, pero llenos por dentro de huesos de muertos y de toda clase de impureza. 28Así son ustedes: por fuera aparentan ser gente honrada, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.
29"¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos, 30y luego dicen: 'Si nosotros hubiéramos vivido en tiempos de nuestros antepasados, no habríamos tomado parte en la muerte de los profetas.' 31Ya con esto, ustedes mismos reconocen que son descendientes de los que mataron a los profetas. 32¡Terminen de hacer, pues, lo que sus antepasados comenzaron!
33"¡Serpientes! ¡Raza de víboras! ¿Cómo van a escapar del castigo del infierno? 34Por esto yo les voy a enviar profetas, sabios y maestros. Pero ustedes matarán y crucificarán a algunos de ellos, y a otros los golpearán en las sinagogas y los perseguirán de pueblo en pueblo. 35Así que sobre ustedes caerá el castigo por toda la sangre inocente que ha sido derramada desde Abel el justo hasta Zacarías, hijo de Berequías, a quien ustedes mataron entre el santuario y el altar. 36Les aseguro que el castigo por todo esto caerá sobre la gente de hoy.

Jesús llora por Jerusalén
(Lc 13.34-35)

37"¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los mensajeros que Dios te envía! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos bajo las alas, pero no quisiste! 38Pues miren, el hogar de ustedes va a quedar abandonado; 39y les digo que, a partir de este momento, no volverán a verme hasta que digan: '¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!'  "


Números 23 27Entonces Balac le dijo:
--Ven, que te voy a llevar a otra parte. Puede ser que a Dios no le disguste que maldigas a Israel desde allí.
28Y así Balac se llevó a Balaam a la cumbre del monte Peor, desde donde se ve todo el desierto. 29Allí Balaam le dijo a Balac:
--Constrúyeme aquí siete altares y prepárame siete becerros y siete carneros.
30Balac hizo lo que Balaam le dijo, y en cada altar sacrificó un becerro y un carnero.
Números 24 1Pero como Balaam vio que al Señor le parecía bien bendecir a Israel, ya no fue a recibir profecías de parte de él, como lo había hecho las otras veces, sino que volvió la mirada hacia el desierto. 2Y al ver Balaam a Israel acampado por tribus, el espíritu de Dios se apoderó de él; 3entonces Balaam pronunció esta profecía:

"Mensaje de Balaam, hijo de Beor,
hombre de mirada penetrante,
4que al caer en éxtasis ve con más claridad,
que recibe mensajes y tiene visiones
de parte del Dios todopoderoso.
5¡Jacob, qué bellas son tus tiendas!
¡Qué bello, Israel, tu campamento!
6Parecen largas filas de palmeras,
jardines junto a un río,
áloes plantados por el Señor,
¡cedros a la orilla del agua!
7Israel tendrá agua en abundancia
para beber y regar sus sembrados.
Su rey dominará a Agag;
su poder real será muy grande.
8Dios, que los sacó de Egipto, es para ellos
lo que son para el búfalo sus cuernos.
Israel devorará a las naciones enemigas;
les romperá los huesos,
y los herirá con sus flechas.
9Cuando se acuesta a descansar, parece un león:
nadie se atreve a despertarlo.
¡Bendito sea el que te bendiga,
y maldito el que te maldiga!"

Profecías de Balaam

10Al oir esto, Balac se enojó mucho con Balaam, y golpeando las manos le dijo:
--Yo te llamé para que maldijeras a mis enemigos, y resulta que ya van tres veces que los bendices. 11¡Más te vale volver a tu casa! Yo había prometido hacerte grandes honores, pero el Señor lo ha impedido.
12Y Balaam le respondió:
--Ya les advertí a tus mensajeros 13que, aunque me dieras todo el oro y la plata que caben en tu palacio, yo no podría desobedecer las órdenes del Señor ni hacer nada bueno ni malo por mi propia cuenta, y que solo diría lo que el Señor me ordenara decir. 14Pues bien, regreso a mi país; pero antes voy a decirte lo que este pueblo hará en el futuro con tu pueblo.
15Entonces Balaam pronunció esta profecía:

"Mensaje de Balaam, hijo de Beor,
hombre de mirada penetrante,
16que al caer en éxtasis ve con más claridad,
que conoce lo que el Altísimo conoce,
que recibe mensajes y tiene visiones
de parte del Dios todopoderoso.
17Veo algo en el futuro, diviso algo allá muy lejos:
es una estrella que sale de Jacob,
un rey que se levanta en Israel.
Le aplastará la cabeza a Moab,
aplastará a todos los descendientes de Set.
18Conquistará Edom,
se apoderará de Seír, que es su enemigo.
Israel realizará grandes hazañas.
19Un vencedor saldrá de Jacob
y destruirá a los que queden en la ciudad."

20Después vio Balaam a Amalec, y pronunció esta profecía:

"Amalec es una nación importante,
pero terminará destruida por completo."

21-22También vio a los quenitas, y pronunció esta profecía:

"Descendientes de Caín:
aunque sus refugios sean firmes,
aunque hayan puesto su nido entre las rocas,
ese nido será destruido por el fuego
cuando Asiria los haga prisioneros."

23Después pronunció esta profecía:

"¡Ay! ¿Quién vivirá todavía
cuando Dios haga estas cosas?
24Vienen naves de la costa de Chipre, y dejarán en ruinas a Asiria y a Éber,
pues también Éber será destruido."

25Después de esto Balaam se puso en camino y volvió a su casa. Balac también se puso en camino.


Cuarto canto

Ella Cantares 5 2Yo dormía, pero no mi corazón.
Y oí que mi amado llamaba a la puerta:
"¡Ábreme, amor mío;
hermanita,
palomita virginal!
¡Mi cabeza está empapada de rocío!
¡El rocío nocturno me corre por el cabello!"

3"Ya me he quitado la ropa;
¡tendría que volver a vestirme!
Ya me he lavado los pies;
¡se me volverían a llenar de polvo!"

4Mi amado metió la mano
por el agujero de la puerta.
¡Eso me conmovió profundamente!
5-6Entonces me levanté
para abrirle a mi amado.
De mis manos y mis dedos
cayeron gotitas de mirra
sobre el pasador de la puerta.
¡Al oírlo hablar
sentí que me moría!

Abrí la puerta a mi amado,
pero él ya no estaba allí.
Lo busqué y no lo encontré,
lo llamé y no me respondió.
7Me encontraron los guardias
que hacen la ronda de la ciudad;
me golpearon, me hirieron;
¡los que cuidan la entrada de la ciudad
me arrancaron el velo con violencia!

8Mujeres de Jerusalén,
si encuentran a mi amado,
prométanme decirle
que me estoy muriendo de amor.

Coro
9¿Qué de especial tiene tu amado,
hermosa entre las hermosas?
¿Qué de especial tiene tu amado
que nos pides hacerte tal promesa?

Ella
10Mi amado es trigueño claro,
inconfundible entre miles de hombres.
11Su cabeza es oro puro;
su cabello es ondulado
y negro como un cuervo;
12sus ojos son dos palomas bañadas en leche,
posadas junto a un estanque;
13sus mejillas son amplios jardines
de fragantes flores.
Sus labios son rosas
por las que ruedan gotitas de mirra;
14sus manos son abrazaderas de oro cubiertas de topacios;
su cuerpo es pulido marfil
con incrustaciones de zafiros;
15sus piernas son columnas de mármol
afirmadas sobre bases de oro puro;
su aspecto es distinguido
como los cedros del Líbano;
16su paladar es dulcísimo.
¡Todo él es un encanto!

Así es mi amado,
así es el amor mío,
mujeres de Jerusalén.

Coro
Cantares 6 1¿A dónde se ha ido tu amado,
hermosa entre las hermosas?
¿A dónde se ha dirigido?
¡Iremos contigo a buscarlo!

Ella
2Mi amado ha ido a su jardín,
a su jardín perfumado,
a apacentar su rebaño
y cortar las rosas.

3Yo soy de mi amado, y él es mío.
Él apacienta sus rebaños entre las rosas.

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