el doce de enero - San Lucas 11.1-28, Génesis 19 y Salmo 12

Patrocinada por la Sociedad Bíblica Americana

Jesús y la oración
(Mt 6.9-15; 7.7-11)

San Lucas 11 1Una vez, Jesús estaba orando en un lugar; cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
--Señor, enséñanos a orar, lo mismo que Juan enseñó a sus discípulos.
2Jesús les dijo:
--Cuando oren, digan:
'Padre, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
3Danos cada día el pan que necesitamos.
4Perdónanos nuestros pecados,
porque también nosotros perdonamos
a todos los que nos han hecho mal.
No nos expongas a la tentación.'
5También les dijo Jesús:
--Supongamos que uno de ustedes tiene un amigo, y que a medianoche va a su casa y le dice: 'Amigo, préstame tres panes, 6porque un amigo mío acaba de llegar de viaje a mi casa, y no tengo nada que darle.' 7Sin duda el otro no le contestará desde adentro: 'No me molestes; la puerta está cerrada, y mis hijos y yo ya estamos acostados; no puedo levantarme a darte nada.' 8Les digo que, aunque no se levante a darle algo por ser su amigo, lo hará por su impertinencia, y le dará todo lo que necesita. 9Así que yo les digo: Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá. 10Porque el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre.
11"¿Acaso alguno de ustedes, que sea padre, sería capaz de darle a su hijo una culebra cuando le pide pescado, 12o de darle un alacrán cuando le pide un huevo? 13Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!"

Acusación contra Jesús
(Mt 12.22-30; Mc 3.20-27)

14Jesús estaba expulsando un demonio que había dejado mudo a un hombre; y cuando el demonio salió, el mudo comenzó a hablar. La gente se admiró de esto, 15pero algunos dijeron: "Beelzebú, el jefe de los demonios, es quien ha dado a este hombre el poder de expulsarlos."
16Otros, para tenderle una trampa, le pidieron una señal milagrosa del cielo. 17Pero él, que sabía lo que estaban pensando, les dijo:
"Todo país dividido en bandos enemigos, se destruye a sí mismo y todas sus casas se derrumban una sobre otra. 18Así también, si Satanás se divide contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su poder? Esto lo digo porque ustedes afirman que yo expulso los demonios por el poder de Beelzebú; 19pero si es así, ¿quién da a los seguidores de ustedes el poder para expulsarlos? Por eso, ellos mismos los condenarán a ustedes. 20Porque si yo expulso los demonios por la mano de Dios, eso significa que el reino de Dios ya ha llegado a ustedes.
21"Cuando un hombre fuerte está bien armado y cuida su casa, lo que en ella guarda está seguro. 22Pero si otro más fuerte que él viene y lo vence, le quita las armas en que confía, y sus pertenencias, y dispone de ellas.
23"El que no está a mi favor, está en contra mía, y el que conmigo no recoge, desparrama.

El espíritu impuro que regresa
(Mt 12.43-45)

24"Cuando un espíritu impuro sale de un hombre, anda por lugares secos buscando descanso; pero, al no encontrarlo, piensa: 'Volveré a mi casa, de donde salí.' 25Cuando regresa, encuentra a ese hombre como una casa barrida y arreglada. 26Entonces va y reúne otros siete espíritus peores que él, y todos juntos se meten a vivir en aquel hombre, que al final queda peor que al principio."

Lo que realmente cuenta

27Mientras Jesús decía estas cosas, una mujer entre la gente gritó:
--¡Dichosa la mujer que te dio a luz y te crió!
28Él contestó:
--¡Dichosos más bien quienes escuchan lo que Dios dice, y lo obedecen!


Dios destruye Sodoma y Gomorra

Génesis 19 1Empezaba a anochecer cuando los dos ángeles llegaron a Sodoma. Lot estaba sentado a la entrada de la ciudad, que era el lugar donde se reunía la gente. Cuando los vio, se levantó a recibirlos, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente 2y les dijo:
--Señores, por favor les ruego que acepten pasar la noche en la casa de su servidor. Allí podrán lavarse los pies, y mañana temprano seguirán su camino.
Pero ellos dijeron:
--No, gracias. Pasaremos la noche en la calle.
3Sin embargo, Lot insistió mucho y, al fin, ellos aceptaron ir con él a su casa. Cuando llegaron, Lot les preparó una buena cena, hizo panes sin levadura, y los visitantes comieron.
4Todavía no se habían acostado, cuando todos los hombres de la ciudad de Sodoma rodearon la casa y, desde el más joven hasta el más viejo, 5empezaron a gritarle a Lot:
--¿Dónde están los hombres que vinieron a tu casa esta noche? ¡Sácalos! ¡Queremos acostarnos con ellos!
6Entonces Lot salió a hablarles y, cerrando bien la puerta detrás de él, 7les dijo:
--Por favor, amigos míos, no vayan a hacer una cosa tan perversa. 8Yo tengo dos hijas que todavía no han estado con ningún hombre; voy a sacarlas para que ustedes hagan con ellas lo que quieran, pero no les hagan nada a estos hombres, porque son mis invitados.
9Pero ellos le contestaron:
--¡Hazte a un lado! Solo faltaba que un extranjero como tú nos quisiera mandar. ¡Pues ahora te vamos a tratar peor que a ellos!
En seguida comenzaron a maltratar a Lot y se acercaron a la puerta para echarla abajo, 10pero los visitantes de Lot alargaron la mano y lo metieron dentro de la casa; luego cerraron la puerta, 11e hicieron quedar ciegos a los hombres que estaban afuera. Todos, desde el más joven hasta el más viejo, quedaron ciegos. Y se cansaron de andar buscando la puerta. 12Entonces los visitantes le dijeron a Lot:
--¿Tienes más familiares aquí? Toma a tus hijos, hijas y yernos, y todo lo que tengas en esta ciudad; sácalos y llévatelos lejos de aquí, 13porque vamos a destruir este lugar. Ya son muchas las quejas que el Señor ha tenido contra la gente de esta ciudad, y por eso nos ha enviado a destruirla.
14Entonces Lot fue a ver a sus yernos, o sea, a los prometidos de sus hijas, y les dijo:
--¡Levántense y váyanse de aquí, porque el Señor va a destruir esta ciudad!
Pero sus yernos no tomaron en serio lo que Lot les decía. 15Como ya estaba amaneciendo, los ángeles le dijeron a Lot:
--¡De prisa! Levántate y llévate de aquí a tu esposa y a tus dos hijas, si no quieres morir cuando castiguemos a la ciudad.
16Pero como Lot se tardaba, los ángeles lo tomaron de la mano, porque el Señor tuvo compasión de él. También tomaron a su esposa y a sus hijas, y los sacaron de la ciudad para ponerlos a salvo. 17Cuando ya estaban fuera de la ciudad, uno de los ángeles dijo:
--¡Corre, ponte a salvo! No mires hacia atrás, ni te detengas para nada en el valle. Vete a las montañas, si quieres salvar tu vida.
18Pero Lot les dijo:
--¡No, señores míos, por favor! 19Ustedes me han hecho ya muchos favores, y han sido muy buenos conmigo al salvarme la vida, pero yo no puedo ir a las montañas porque la destrucción me puede alcanzar en el camino, y entonces moriré. 20Cerca de aquí hay una ciudad pequeña, a la que puedo huir. ¡Déjenme ir allá para salvar mi vida, pues realmente es una ciudad muy pequeña!
21Entonces uno de ellos dijo:
--Te he escuchado y voy a hacer lo que me has pedido. No voy a destruir la ciudad de que me has hablado, 22pero ¡anda!, vete allá de una vez, porque no puedo hacer nada mientras no llegues a ese lugar.
Por eso aquella ciudad fue llamada Sóar.
23Cuando ya había amanecido y Lot había llegado a Sóar, 24el Señor hizo llover fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra; 25las destruyó junto con todos los que vivían en ellas, y acabó con todo lo que crecía en aquel valle. 26Pero la mujer de Lot, que venía siguiéndole, miró hacia atrás y allí mismo quedó convertida en una estatua de sal.
27Al día siguiente por la mañana, Abraham fue al lugar donde había estado hablando con el Señor; 28miró hacia Sodoma y Gomorra, y por todo el valle, y vio que de toda la región subía humo, como si fuera un horno. 29Así fue como Dios destruyó las ciudades del valle donde Lot vivía, pero se acordó de Abraham y sacó a Lot del lugar de la destrucción.

Origen de los moabitas y amonitas

30Después Lot tuvo miedo de quedarse en Sóar y se fue con sus dos hijas a la región montañosa, donde los tres se quedaron a vivir en una cueva. 31Un día, la hija mayor le dijo a la menor:
--Nuestro padre ya está viejo, y no hay en toda esta región ningún hombre que se case con nosotras, tal como se acostumbra; 32así que vamos a emborracharlo y a acostarnos con él para tener hijos suyos.
33Esa misma noche le dieron vino a su padre, y la mayor se acostó con él; pero su padre no se dio cuenta cuando ella se acostó ni cuando se levantó. 34Al día siguiente, la mayor le dijo a la menor:
--Mira, anoche me acosté con nuestro padre, así que esta noche también lo emborracharemos para que te acuestes con él; así las dos tendremos hijos suyos.
35Esa noche volvieron a darle vino a su padre, y la menor se acostó con él; pero Lot tampoco se dio cuenta cuando ella se acostó ni cuando se levantó. 36Así las dos hijas de Lot quedaron embarazadas por parte de su padre. 37La mayor tuvo un hijo, al que llamó Moab, que fue el padre de los actuales moabitas. 38También la menor tuvo un hijo, al que llamó Ben-amí, que fue el padre de los actuales amonitas.


SALMO 12 (11)

Oración pidiendo la ayuda de Dios


1Sálvanos, Señor, pues ya no hay creyentes fieles;
ya no hay hombres sinceros.
2Unos a otros se mienten;
hablan con hipocresía y doble sentido.

3Arranca, Señor, de raíz
a los hipócritas y fanfarrones,
4a los que dicen:
"Con tener boca nos basta;
nuestra lengua nos defiende.
¿Quién se atreve a darnos órdenes?"

5Esto ha dicho el Señor:
"A los pobres y débiles
se les oprime y se les hace sufrir.
Por eso voy ahora a levantarme,
y les daré la ayuda que tanto anhelan."

6Las promesas del Señor son puras;
¡son como la plata más pura,
refinada en el horno siete veces!
7Tú, Señor, nos cuidarás;
¡siempre nos protegerás de tales gentes!
8Los malvados rondan por todos lados
y todo el mundo alaba la maldad.

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