Ausencia
de Pablo de la iglesia
1
Tesalonicenses 2 17
Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por un
poco de tiempo, de vista pero no de corazón, tanto más
procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro;
18 por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo
ciertamente una y otra vez; pero Satanás nos estorbó.
19 Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona
de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de
nuestro Señor Jesucristo, en su venida?
20 Vosotros sois nuestra gloria y gozo.
1 Tesalonicenses 3 1 Por lo cual, no
pudiendo soportarlo más, acordamos quedarnos solos en
Atenas,
2 y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios
y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para
confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe,
3 a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones;
porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos
puestos.
4 Porque también estando con vosotros, os predecíamos
que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y
sabéis.
5 Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más,
envié para informarme de vuestra fe, no sea que os
hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo
resultase en vano.
6
Pero cuando Timoteo volvió de vosotros a nosotros, y nos
dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre
nos recordáis con cariño, deseando vernos, como
también nosotros a vosotros,
7 por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad
y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de
vuestra fe;
8 porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el
Señor.
9 Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a
Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a
causa de vosotros delante de nuestro Dios,
10 orando de noche y de día con gran insistencia, para
que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a
vuestra fe?
11
Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor
Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros.
12 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para
con otros y para con todos, como también lo hacemos
nosotros para con vosotros,
13 para que sean afirmados vuestros corazones,
irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre,
en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus
santos.
Profecía sobre Damasco
Isaías 17 1 Profecía sobre
Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y
será montón de ruinas.
2 Las ciudades de Aroer están desamparadas, en majadas
se convertirán; dormirán allí, y no habrá quien los
espante.
3 Y cesará el socorro de Efraín, y el reino de Damasco;
y lo que quede de Siria será como la gloria de los hijos
de Israel, dice Jehová de los ejércitos.
Juicio sobre Israel
4
En aquel tiempo la gloria de Jacob se atenuará, y se
enflaquecerá la grosura de su carne.
5 Y será como cuando el segador recoge la mies, y con su
brazo siega las espigas; será también como el que
recoge espigas en el valle de Refaim.
6 Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden el
olivo; dos o tres frutos en la punta de la rama, cuatro o
cinco en sus ramas más fructíferas, dice Jehová Dios
de Israel.
7
En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos
contemplarán al Santo de Israel.
8 Y no mirará a los altares que hicieron sus manos, ni
mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los símbolos
de Asera, ni a las imágenes del sol.
9
En aquel día sus ciudades fortificadas serán como los
frutos que quedan en los renuevos y en las ramas, los
cuales fueron dejados a causa de los hijos de Israel; y
habrá desolación.
10 Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te
acordaste de la roca de tu refugio; por tanto, sembrarás
plantas hermosas, y plantarás sarmiento extraño.
11 El día que las plantes, las harás crecer, y harás
que su simiente brote de mañana; pero la cosecha será
arrebatada en el día de la angustia, y del dolor
desesperado.
12
¡Ay! multitud de muchos pueblos que harán ruido como
estruendo del mar, y murmullo de naciones que harán
alboroto como bramido de muchas aguas.
13 Los pueblos harán estrépito como de ruido de muchas
aguas; pero Dios los reprenderá, y huirán lejos; serán
ahuyentados como el tamo de los montes delante del
viento, y como el polvo delante del torbellino.
14 Al tiempo de la tarde, he aquí la turbación, pero
antes de la mañana el enemigo ya no existe. Esta es la
parte de los que nos aplastan, y la suerte de los que nos
saquean.
Profecía sobre Etiopía
Isaías 18 1 ¡Ay de la tierra
que hace sombra con las alas, que está tras los ríos de
Etiopía;
2 que envía mensajeros por el mar, y en naves de junco
sobre las aguas! Andad, mensajeros veloces, a la nación
de elevada estatura y tez brillante, al pueblo temible
desde su principio y después, gente fuerte y
conquistadora, cuya tierra es surcada por ríos.
3 Vosotros, todos los moradores del mundo y habitantes de
la tierra, cuando se levante bandera en los montes,
mirad; y cuando se toque trompeta, escuchad.
4
Porque Jehová me dijo así: Me estaré quieto, y los
miraré desde mi morada, como sol claro después de la
lluvia, como nube de rocío en el calor de la siega.
5 Porque antes de la siega, cuando el fruto sea perfecto,
y pasada la flor se maduren los frutos, entonces podará
con podaderas las ramitas, y cortará y quitará las
ramas.
6 Y serán dejados todos para las aves de los montes y
para las bestias de la tierra; sobre ellos tendrán el
verano las aves, e invernarán todas las bestias de la
tierra.
7
En aquel tiempo será traída ofrenda a Jehová de los
ejércitos, del pueblo de elevada estatura y tez
brillante, del pueblo temible desde su principio y
después, gente fuerte y conquistadora, cuya tierra es
surcada por ríos, al lugar del nombre de Jehová de los
ejércitos, al monte de Sion.
Profecía sobre Egipto
Isaías 19 1 Profecía sobre
Egipto. He aquí que Jehová monta sobre una ligera nube,
y entrará en Egipto; y los ídolos de Egipto temblarán
delante de él, y desfallecerá el corazón de los
egipcios dentro de ellos.
2 Levantaré egipcios contra egipcios, y cada uno
peleará contra su hermano, cada uno contra su prójimo;
ciudad contra ciudad, y reino contra reino.
3 Y el espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de
él, y destruiré su consejo; y preguntarán a sus
imágenes, a sus hechiceros, a sus evocadores y a sus
adivinos.
4 Y entregaré a Egipto en manos de señor duro, y rey
violento se enseñoreará de ellos, dice el Señor,
Jehová de los ejércitos.
5
Y las aguas del mar faltarán, y el río se agotará y
secará.
6 Y se alejarán los ríos, se agotarán y secarán las
corrientes de los fosos; la caña y el carrizo serán
cortados.
7 La pradera de junto al río, de junto a la ribera del
río, y toda sementera del río, se secarán, se
perderán, y no serán más.
8 Los pescadores también se entristecerán; harán duelo
todos los que echan anzuelo en el río, y desfallecerán
los que extienden red sobre las aguas.
9 Los que labran lino fino y los que tejen redes serán
confundidos,
10 porque todas sus redes serán rotas; y se
entristecerán todos los que hacen viveros para peces.
11
Ciertamente son necios los príncipes de Zoán; el
consejo de los prudentes consejeros de Faraón se ha
desvanecido. ¿Cómo diréis a Faraón: Yo soy hijo de
los sabios, e hijo de los reyes antiguos?
12 ¿Dónde están ahora aquellos tus sabios? Que te
digan ahora, o te hagan saber qué es lo que Jehová de
los ejércitos ha determinado sobre Egipto.
13 Se han desvanecido los príncipes de Zoán, se han
engañado los príncipes de Menfis; engañaron a Egipto
los que son la piedra angular de sus familias.
14 Jehová mezcló espíritu de vértigo en medio de él;
e hicieron errar a Egipto en toda su obra, como tambalea
el ebrio en su vómito.
15 Y no aprovechará a Egipto cosa que haga la cabeza o
la cola, la rama o el junco.
16
En aquel día los egipcios serán como mujeres; porque se
asombrarán y temerán en la presencia de la mano alta de
Jehová de los ejércitos, que él levantará contra
ellos.
17 Y la tierra de Judá será de espanto a Egipto; todo
hombre que de ella se acordare temerá por causa del
consejo que Jehová de los ejércitos acordó sobre
aquél.
18
En aquel tiempo habrá cinco ciudades en la tierra de
Egipto que hablen la lengua de Canaán, y que juren por
Jehová de los ejércitos; una será llamada la ciudad de
Herez.
19
En aquel tiempo habrá altar para Jehová en medio de la
tierra de Egipto, y monumento a Jehová junto a su
frontera.
20 Y será por señal y por testimonio a Jehová de los
ejércitos en la tierra de Egipto; porque clamarán a
Jehová a causa de sus opresores, y él les enviará
salvador y príncipe que los libre.
21 Y Jehová será conocido de Egipto, y los de Egipto
conocerán a Jehová en aquel día, y harán sacrificio y
oblación; y harán votos a Jehová, y los cumplirán.
22 Y herirá Jehová a Egipto; herirá y sanará, y se
convertirán a Jehová, y les será clemente y los
sanará.
23
En aquel tiempo habrá una calzada de Egipto a Asiria, y
asirios entrarán en Egipto, y egipcios en Asiria; y los
egipcios servirán con los asirios a Jehová.
24
En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con
Asiria para bendición en medio de la tierra;
25 porque Jehová de los ejércitos los bendecirá
diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra
de mis manos, e Israel mi heredad.
Las maravillas del Exodo
Salmo 114 1 Cuando salió
Israel de Egipto,
La
casa de Jacob del pueblo extranjero,
2
Judá vino a ser su santuario,
E
Israel su señorío.
3
El mar lo vio, y huyó;
El
Jordán se volvió atrás
4
Los montes saltaron como carneros,
Los
collados como corderitos.
5
¿Qué tuviste, oh mar, que huiste?
¿Y
tú, oh Jordán, que te volviste atrás?
6
Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros,
Y
vosotros, collados, como corderitos?
7
A la presencia de Jehová tiembla la tierra,
A
la presencia del Dios de Jacob,
8
El cual cambió la peña en estanque de aguas,
Y
en fuente de aguas la roca.
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