Jesús
anuncia la traición de Judas
(Mt. 26. 20-25; Mr. 14. 17-21; Lc. 22.
21-23)
San Juan 13 21 Habiendo dicho
Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y
dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros
me va a entregar.
22 Entonces los discípulos se miraban unos a otros,
dudando de quién hablaba.
23 Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba
recostado al lado de Jesús.
24 A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que
preguntase quién era aquel de quien hablaba.
25 El entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le
dijo: Señor, ¿quién es?
26 Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado,
aquél es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote
hijo de Simón.
27 Y después del bocado, Satanás entró en él.
Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más
pronto.
28 Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió
por qué le dijo esto.
29 Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la
bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos
para la fiesta; o que diese algo a los pobres.
30 Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió;
y era ya de noche.
El nuevo mandamiento
31
Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es
glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado
en él.
32 Si Dios es glorificado en él, Dios también le
glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará.
33 Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me
buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo
ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no
podéis ir.
34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a
otros; como yo os he amado, que también os améis unos a
otros.
35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si
tuviereis amor los unos con los otros.
Jesús anuncia la negación de
Pedro
(Mt. 26. 31-35; Mr. 14. 27-31; Lc. 22.
31-34)
36
Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le
respondió: A donde yo voy, no me puedes seguir ahora;
mas me seguirás después.
37 Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir
ahora? Mi vida pondré por ti.
38 Jesús le respondió: ¿Tu vida pondrás por mí? De
cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que
me hayas negado tres veces.
El profeta Jehú amonesta a
Josafat
2 Crónicas 19 1 Josafat rey de
Judá volvió en paz a su casa en Jerusalén.
2 Y le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de
Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y
amas a los que aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la
presencia de Jehová ira contra ti por esto.
3 Pero se han hallado en ti buenas cosas, por cuanto has
quitado de la tierra las imágenes de Asera, y has
dispuesto tu corazón para buscar a Dios.
Josafat nombra jueces
4
Habitó, pues, Josafat en Jerusalén; pero daba vuelta y
salía al pueblo, desde Beerseba hasta el monte de
Efraín, y los conducía a Jehová el Dios de sus padres.
5 Y puso jueces en todas las ciudades fortificadas de
Judá, por todos los lugares.
6 Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis; porque no
juzgáis en lugar de hombre, sino en lugar de Jehová, el
cual está con vosotros cuando juzgáis.
7 Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo
que hacéis, porque con Jehová nuestro Dios no hay
injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de
cohecho.
8
Puso también Josafat en Jerusalén a algunos de los
levitas y sacerdotes, y de los padres de familias de
Israel, para el juicio de Jehová y para las causas. Y
volvieron a Jerusalén.
9 Y les mandó diciendo: Procederéis asimismo con temor
de Jehová, con verdad y con corazón íntegro.
10 En cualquier causa que viniere a vosotros de vuestros
hermanos que habitan en las ciudades, en causas de
sangre, entre ley y precepto, estatutos y decretos, les
amonestaréis que no pequen contra Jehová, para que no
venga ira sobre vosotros y sobre vuestros hermanos.
Haciendo así, no pecaréis.
11 Y he aquí, el sacerdote Amarías será el que os
presida en todo asunto de Jehová, y Zebadías hijo de
Ismael, príncipe de la casa de Judá, en todos los
negocios del rey; también los levitas serán oficiales
en presencia de vosotros. Esforzaos, pues, para hacerlo,
y Jehová estará con el bueno.
Salmo 78 38 Pero él,
misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía;
Y
apartó muchas veces su ira,
Y
no despertó todo su enojo.
39
Se acordó de que eran carne,
Soplo
que va y no vuelve.
40
¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto,
Lo
enojaron en el yermo!
41
Y volvían, y tentaban a Dios,
Y
provocaban al Santo de Israel.
42
No se acordaron de su mano,
Del
día que los redimió de la angustia;
43
Cuando puso en Egipto sus señales,
Y
sus maravillas en el campo de Zoán;
44
Y volvió sus ríos en sangre,
Y
sus corrientes, para que no bebiesen.
45
Envió entre ellos enjambres de moscas que los devoraban,
Y
ranas que los destruían.
46
Dio también a la oruga sus frutos,
Y
sus labores a la langosta.
47
Sus viñas destruyó con granizo,
Y
sus higuerales con escarcha;
48
Entregó al pedrisco sus bestias,
Y
sus ganados a los rayos.
49
Envió sobre ellos el ardor de su ira;
Enojo,
indignación y angustia,
Un
ejército de ángeles destructores.
50
Dispuso camino a su furor;
No
eximió la vida de ellos de la muerte,
Sino
que entregó su vida a la mortandad.
51
Hizo morir a todo primogénito en Egipto,
Las
primicias de su fuerza en las tiendas de Cam.
52
Hizo salir a su pueblo como ovejas,
Y
los llevó por el desierto como un rebaño.
53
Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor;
Y
el mar cubrió a sus enemigos.
54
Los trajo después a las fronteras de su tierra santa,
A
este monte que ganó su mano derecha.
55
Echó las naciones de delante de ellos;
Con
cuerdas repartió sus tierras en heredad,
E
hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel.
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