el veintiuno de agosto - San Juan 4.43-54, 1 Crónicas 17 y Zacarías 6

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Jesús sana al hijo de un oficial del rey
(Mt 8.5-13; Lc 7.1-10)

San Juan 4 43Pasados esos dos días, Jesús salió de Samaria y siguió su viaje a Galilea. 44Porque, como él mismo dijo, a un profeta no lo honran en su propia tierra. 45Cuando llegó a Galilea, los de aquella región lo recibieron bien, porque también habían ido a la fiesta de la Pascua a Jerusalén y habían visto todo lo que él hizo entonces.
46Jesús regresó a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había un alto oficial del rey, que tenía un hijo enfermo en Cafarnaúm. 47Cuando el oficial supo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo y le rogó que fuera a su casa y sanara a su hijo, que estaba a punto de morir. 48Jesús le contestó:
--Ustedes no creen, si no ven señales y milagros.
49Pero el oficial le dijo:
--Señor, ven pronto, antes que mi hijo se muera.
50Jesús le dijo entonces:
--Vuelve a casa; tu hijo vive.
El hombre creyó lo que Jesús le dijo, y se fue. 51Mientras regresaba a su casa, sus criados salieron a su encuentro y le dijeron:
--¡Su hijo vive!
52Él les preguntó a qué hora había comenzado a sentirse mejor su hijo, y le contestaron:
--Ayer a la una de la tarde se le quitó la fiebre.
53El padre cayó entonces en la cuenta de que era la misma hora en que Jesús le dijo: "Tu hijo vive"; y él y toda su familia creyeron en Jesús.
54Esta fue la segunda señal milagrosa que hizo Jesús, cuando volvió de Judea a Galilea.


Alianza de Dios con David
(2  S 7.1-29)

1 Crónicas 17 1Cuando David estuvo ya instalado en su palacio, le dijo a Natán, el profeta:
--Mira, yo habito en un palacio de cedro, mientras que el arca de la alianza del Señor está bajo simples cortinas.
2Y Natán le contestó:
--Pues haz todo lo que te has propuesto, porque cuentas con el apoyo de Dios.
3Pero aquella misma noche, Dios se dirigió a Natán y le dijo: 4"Ve y habla con David, mi siervo, y comunícale que yo, el Señor, he dicho: 'No serás tú quien me construya un templo para que habite en él. 5Desde el día en que saqué a Israel, hasta el presente, nunca he habitado en templos, sino que he estado viviendo de una tienda de campaña en otra y de un lugar en otro. 6En todo el tiempo que anduve con ellos, jamás le pedí a ninguno de sus caudillos, a quienes puse para que gobernaran a mi pueblo, que me construyera un templo de madera de cedro.' 7Por lo tanto, dile a mi siervo David que yo, el Señor todopoderoso, le digo: 'Yo te saqué del redil, y te quité de andar tras el rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel; 8te he acompañado por dondequiera que has ido, he acabado con todos los enemigos que se te enfrentaron, y te he dado fama, como la que tienen los hombres importantes de este mundo. 9Además he preparado un lugar para mi pueblo Israel, y allí los he instalado para que vivan en un sitio propio, donde nadie los moleste ni los malhechores los opriman como al principio, 10cuando puse caudillos que gobernaran a mi pueblo Israel. Yo humillaré a todos tus enemigos. Y te hago saber que te daré descendientes, 11y que cuando tu vida llegue a su fin y mueras, yo estableceré a uno de tus descendientes y lo confirmaré en el reino. 12Él me construirá un templo, y yo afirmaré su trono para siempre. 13Yo le seré un padre, y él me será un hijo. No le retiraré mi bondad como lo hice con tu predecesor, 14sino que lo confirmaré para siempre en mi casa y en mi reino. Y su trono quedará establecido para siempre.'  "
15Natán le contó todo esto a David, exactamente como lo había visto y oído. 16Entonces el rey David entró para hablar delante del Señor, y dijo: "Señor y Dios, ¿quién soy yo y qué es mi familia para que me hayas hecho llegar hasta aquí? 17¡Y tan poca cosa te ha parecido esto, Señor y Dios, que hasta has hablado del porvenir de la dinastía de tu siervo y me has mirado como a un hombre de posición elevada! 18¿Qué más te puedo decir del honor que has hecho a tu siervo, si tú conoces a este siervo tuyo? 19Señor, todas estas maravillas las has hecho en atención a tu siervo, según lo quisiste y para darlas a conocer. 20Señor, no hay nadie como tú, ni existe otro dios aparte de ti, según todo lo que nosotros mismos hemos oído. 21En cuanto a Israel, tu pueblo, ¡no hay otro como él, pues es nación única en la tierra! Tú, oh Dios, lo libertaste para que fuera tu pueblo, y te hiciste famoso haciendo cosas grandes y maravillosas. Tú arrojaste de delante de tu pueblo, al que rescataste de Egipto, a las demás naciones, 22porque tú has tomado a Israel como tu pueblo para siempre, y tú, Señor, serás su Dios.
23"Así pues, Señor, confirma para siempre la promesa que has hecho a tu siervo y a su dinastía, y cumple lo que has dicho. 24¡Que tu promesa se realice fielmente y que tu nombre sea siempre engrandecido, y se diga que el Señor todopoderoso es el Dios de Israel, que él es realmente Dios para Israel! ¡Que la dinastía de tu siervo David se mantenga firme con tu protección! 25Tú, Dios mío, me has hecho saber que vas a establecer mi dinastía; por eso yo, aunque soy tu siervo, voy a hacerte una súplica. 26Tú, Señor, eres Dios y has prometido a tu siervo tanta bondad; 27y ahora te dignaste bendecir a la dinastía de tu siervo para que permanezca para siempre bajo tu protección. Tú, Señor, la has bendecido y será bendita para siempre."


Visión de los cuatro carros de guerra

Zacarías 6 1Tuve otra visión. Vi aparecer cuatro carros de guerra por entre dos montañas de bronce. 2El primer carro iba tirado por caballos rojos; el segundo, por caballos negros; 3el tercero, por caballos blancos; y el cuarto, por caballos tordillos.
4Pregunté al ángel que hablaba conmigo: "Mi señor, ¿qué significa esto?" 5El ángel me contestó: "Estos son los cuatro vientos, que salen de delante del Señor de toda la tierra. 6El carro tirado por caballos negros va al país del norte; el tirado por caballos blancos, al país del poniente; y el tirado por caballos tordillos, al país del sur."
7Y salieron los caballos tordillos, ansiosos de recorrer toda la tierra. El ángel les dijo: "Recorran toda la tierra." Y ellos lo hicieron así.
8Después de esto, el ángel me gritó: "¡Mira, los que fueron al país del norte van a calmar el enojo del Señor en ese país!"
9El Señor me dio este mensaje: 10"Recoge una colecta entre los desterrados que ya han regresado de Babilonia: Heldai, Tobías y Jedaías. Luego, en el mismo día, vete a casa de Josías, hijo de Sofonías. 11Con la plata y el oro que hayas recogido, haz coronas, y ponle una en la cabeza al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac. 12Y dile: 'El Señor todopoderoso afirma que el varón llamado Retoño brotará de sus propias raíces y reconstruirá el templo del Señor. 13Reconstruirá el templo del Señor y recibirá los honores propios de un rey. Se sentará en su trono a gobernar, y al lado de su trono se sentará el sacerdote, y habrá paz entre los dos. 14Y las coronas serán un recuerdo que quedará en el templo del Señor en honor de Heldai, Tobías, Jedaías y Josías, hijo de Sofonías.'  "
15Vendrá gente de lejos, para ayudar a reconstruir el templo del Señor; y entonces reconocerán ustedes que el Señor todopoderoso fue quien me envió. Esto sucederá cuando ustedes escuchen la voz del Señor su Dios y le obedezcan.

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