San Juan 427En esto llegaron sus discípulos, y se quedaron extrañados de que Jesús estuviera hablando con una mujer. Pero ninguno se atrevió a preguntarle qué quería, o de qué estaba conversando con ella.
28La mujer dejó su cántaro y se fue al pueblo, donde dijo a la gente:
29--Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Mesías?
30Entonces salieron del pueblo y fueron a donde estaba Jesús.
31Mientras tanto, los discípulos le rogaban:
--Maestro, come algo.
32Pero él les dijo:
--Yo tengo una comida, que ustedes no conocen.
33Los discípulos comenzaron a preguntarse unos a otros:
--¿Será que le habrán traído algo de comer?
34Pero Jesús les dijo:
--Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar su trabajo.
35Ustedes dicen: 'Todavía faltan cuatro meses para la cosecha'; pero yo les digo que se fijen en los sembrados, pues ya están maduros para la cosecha.
36El que trabaja en la cosecha recibe su paga, y la cosecha que recoge es para vida eterna, para que tanto el que siembra como el que cosecha se alegren juntamente.
37Pues bien dice el dicho, que 'Unos siembran y otros cosechan.'
38Y yo los envié a ustedes a cosechar lo que no les costó ningún trabajo; otros fueron los que trabajaron, y ustedes son los que se han beneficiado del trabajo de ellos.
39Muchos de los habitantes de aquel pueblo de Samaria creyeron en Jesús por lo que les había asegurado la mujer: "Me ha dicho todo lo que he hecho."
40Así que, cuando los samaritanos llegaron, rogaron a Jesús que se quedara con ellos. Él se quedó allí dos días,
41y muchos más creyeron al oir lo que él mismo decía.
42Y dijeron a la mujer:
--Ahora creemos, no solamente por lo que tú nos dijiste, sino también porque nosotros mismos le hemos oído y sabemos que de veras es el Salvador del mundo.
Salmo de acción de gracias de David
(Sal 105.1-15; 96.1-13; 106.47-48)
1 Crónicas 16
7Fue aquel mismo día cuando David ordenó por primera vez que Asaf y sus colegas elevaran al Señor la siguiente acción de gracias:
8"¡Den gracias al Señor!
¡Proclamen su nombre!
Cuenten a los pueblos sus acciones.
9Canten himnos en su honor.
¡Hablen de sus grandes hechos!
10"Siéntanse orgullosos de su santo nombre.
¡Siéntase alegre el corazón
de los que buscan al Señor!
11Recurran al Señor, y a su poder;
recurran al Señor en todo tiempo.
12Recuerden sus obras grandes y maravillosas,
y los decretos que ha pronunciado:
13ustedes, descendientes de su siervo Israel,
ustedes, hijos de Jacob, sus escogidos.
14"Él es el Señor, nuestro Dios;
¡él gobierna toda la tierra!
15Ni aunque pasen mil generaciones,
se olvidará de las promesas de su alianza,
16de la alianza que hizo con Abraham,
del juramento que hizo a Isaac
17y que confirmó como ley para Jacob,
como alianza eterna para Israel,
18cuando dijo:
'Voy a darte la tierra de Canaán
como la herencia que te toca.'
19"Aunque ellos eran pocos,
unos cuantos extranjeros en la tierra
20que iban de nación en nación
y de reino en reino,
21Dios no permitió que nadie los maltratara;
y aun advirtió a los reyes:
22'No toquen a mis escogidos,
ni maltraten a mis profetas.'
23"Canten al Señor, habitantes de toda la tierra;
anuncien día tras día su salvación.
24Hablen de su gloria y de sus maravillas
ante todos los pueblos y naciones,
25porque el Señor es grande
y muy digno de alabanza,
y más terrible que todos los dioses.
26Los dioses de otros pueblos no son nada,
pero el Señor hizo los cielos.
27¡Hay gran esplendor en su presencia!
¡Hay poder y alegría en su santuario!
28"Den al Señor, familias de los pueblos,
den al Señor el poder y la gloria;
29den al Señor la honra que merece;
con ofrendas preséntense ante él;
adoren al Señor en su santuario hermoso.
30¡Que todo el mundo tiemble delante de él!
Él afirmó el mundo para que no se mueva.
31¡Que se alegren los cielos y la tierra!
Que se diga en las naciones: '¡El Señor es rey!'
32¡Que brame el mar y todo lo que contiene!
¡Que se alegre el campo y todo lo que hay en él!
33¡Que griten de alegría los árboles del bosque
delante del Señor, que viene a gobernar la tierra!
34"Den gracias al Señor, porque él es bueno,
porque su amor es eterno.
35Díganle:
¡Sálvanos, oh Dios, salvador nuestro!
¡Recógenos y líbranos de entre las naciones
para que alabemos tu santo nombre,
para que alegres te alabemos!
36¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
por toda la eternidad!"
Y todo el pueblo respondió: "¡Amén!", y alabó al Señor.
37Así pues, David dejó allí delante del arca de la alianza del Señor a Asaf y sus colegas para que sirvieran continuamente según se necesitara cada día.
38También dejó a Obed-edom y sus colegas, sesenta y ocho personas, con Obed-edom, hijo de Jedutún, y Hosá, como porteros.
39Y a Sadoc y a sus colegas sacerdotes los dejó ante la tienda del Señor, en el santuario de Gabaón,
40para que ofrecieran continuamente holocaustos al Señor en el altar destinado a ellos, por la mañana y por la tarde, exactamente como está escrito en la ley del Señor, que él dejó como mandato a Israel.
41También dejó con ellos a Hemán, a Jedutún y al resto de los que fueron escogidos y designados por nombre para cantar: "Den gracias al Señor, porque su amor es eterno."
42Estos tocaban trompetas, platillos y otros instrumentos musicales, con los que acompañaban los cantos a Dios. Los hijos de Jedutún estaban encargados de la puerta.
43Después todos se volvieron a sus casas, y también David volvió a su casa para bendecir a su familia.
Visión del rollo escrito Zacarías 5
1Tuve otra visión. Vi un rollo escrito, que volaba.
2El ángel me preguntó: "¿Qué ves?" Le contesté: "Veo un rollo escrito, que vuela; mide nueve metros de largo por cuatro metros y medio de ancho."
3Me dijo entonces: "Ahí está escrita la maldición que alcanza a todo el país. Según lo escrito por ambos lados, nadie que robe o que jure en falso puede quedar sin castigo.
4El Señor todopoderoso afirma: 'Yo envío esta maldición para que entre en casa del que roba y en casa del que jura en falso por mi nombre. Y la maldición permanecerá allí hasta que no queden ni vigas ni piedras.' "
Visión de la medida y la mujer
5Luego salió el ángel que hablaba conmigo, y me dijo: "¡Fíjate en eso que aparece ahora!"
6Le pregunté: "¿Qué es eso?" Él me contestó: "Es una medida. Es la medida del pecado de los que viven en el país."
7La medida estaba cubierta con una tapa de plomo. Y fue levantada la tapa, y había una mujer sentada dentro de la medida.
8Me dijo el ángel: "Esa mujer es la maldad." Y la empujó adentro de la medida, y la cerró con la tapa de plomo.
9Miré otra vez, y vi aparecer dos mujeres. Tenían alas, y el viento las impulsaba. Eran alas como de cigüeña, y llevaban la medida por los aires.
10Pregunté entonces al ángel que hablaba conmigo: "¿A dónde llevan esa medida?"
11Y él me contestó: "Van a construirle un templo en Babilonia. Cuando ya esté terminado el templo, la instalarán allí, sobre un pedestal."
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