el once de agosto - 2 Corintios 12, 1 Crónicas 1-2 y Habacuc 3

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Visiones y revelaciones de Pablo

2 Corintios 12 1Nada gana uno con gloriarse de sí mismo. Sin embargo, tengo que hablar de las visiones y revelaciones que he recibido del Señor. 2Conozco a un seguidor de Cristo, que hace catorce años fue llevado al tercer cielo. No sé si fue llevado en cuerpo o en espíritu; Dios lo sabe. 3Pero sé que ese hombre (si en cuerpo o en espíritu, no lo sé, solo Dios lo sabe) 4fue llevado al paraíso, donde oyó palabras tan secretas que a ningún hombre se le permite pronunciarlas. 5Yo podría gloriarme de alguien así, pero no de mí mismo, a no ser de mis debilidades. 6Aunque si quisiera yo gloriarme, eso no sería ninguna locura, porque estaría diciendo la verdad; pero no lo hago, para que nadie piense que soy más de lo que aparento o de lo que digo, 7juzgándome por lo extraordinario de esas revelaciones. Por eso, para que yo no me crea más de lo que soy, he tenido un sufrimiento, una especie de espina clavada en el cuerpo, que como un instrumento de Satanás vino a maltratarme. 8Tres veces le he pedido al Señor que me quite ese sufrimiento; 9pero el Señor me ha dicho: "Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad." Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10Y me alegro también de las debilidades, los insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades que sufro por Cristo, porque cuando más débil me siento es cuando más fuerte soy.
11Me he portado como un loco, pero ustedes me obligaron a hacerlo. Porque ustedes son quienes debían hablar bien de mí, pues en nada valgo menos que esos superapóstoles. ¡Y eso que yo no valgo nada! 12Los sufrimientos que soporté con paciencia, los milagros, maravillas y prodigios de que ustedes fueron testigos, son la prueba de que soy un verdadero apóstol. 13Perdónenme si los ofendí, pero solo en una cosa han sido ustedes menos que las otras iglesias: ¡en que yo no fui una carga para ustedes!

Pablo habla de su próxima visita

14Ya estoy preparado para hacerles mi tercera visita, y tampoco ahora les seré una carga. Yo no busco lo que ustedes tienen, sino a ustedes mismos; porque son los padres quienes deben juntar dinero para los hijos, y no los hijos para los padres. 15Y yo de buena gana gastaré todo lo que tengo, y aun a mí mismo me gastaré en bien de ustedes. Si yo los quiero más y más, ¿me amarán ustedes cada vez menos?
16Sin duda estarán de acuerdo en que yo no fui una carga para ustedes. Sin embargo, algunos dicen que los hice caer astutamente en una trampa. 17¿Acaso los exploté por medio de alguna de las personas que les he enviado? 18A Tito le pedí que fuera a visitarlos, y con él mandé al otro hermano. ¿Acaso los explotó Tito? ¿No es verdad que los dos nos hemos portado de la misma manera y con el mismo espíritu?
19Tal vez ustedes piensen que nos estamos disculpando ante ustedes, pero no es así. Al contrario, estamos hablando en presencia de Dios y como quienes pertenecen a Cristo. Y todo esto, queridos hermanos, es para edificación de la comunidad. 20Porque temo que cuando vaya a verlos, quizá no los encuentre como quisiera, y que tampoco ustedes me encuentren a mí como ustedes quisieran. Temo que haya discordias, envidias, enojos, egoísmos, chismes, críticas, orgullos y desórdenes. 21Temo también que, en mi próxima visita, mi Dios me haga sentir vergüenza de ustedes, y que me haga llorar por muchos de ustedes que desde hace tiempo vienen pecando y no han dejado la impureza, la inmoralidad sexual y los vicios que practicaban.


Descendientes de Adán
(Gn 5.1-32)

1 Crónicas 1 1Adán, Set, Enós, 2Cainán, Mahalalel, Jéred, 3Henoc, Matusalén, Lámec, 4Noé.

Descendientes de Noé
(Gn 10.1-32)

Hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet.
5Hijos de Jafet: Gómer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mésec y Tirás. 6Hijos de Gómer: Asquenaz, Rifat y Togarmá. 7Hijos de Javán: Elisá, Tarsis, Quitim y Rodanim.
8Hijos de Cam: Cus, Misraim, Fut y Canaán. 9Hijos de Cus: Sebá, Havilá, Sabtá, Raamá y Sabtecá. Hijos de Raamá: Sebá y Dedán. 10Cus fue el padre de Nimrod, el primer hombre poderoso de la tierra.
11De Misraim descienden los ludeos, los anameos, los lehabitas, los naftuhítas, 12los patruseos, los casluhítas y los caftoritas, de quienes descienden los filisteos.
13Canaán fue padre de Sidón, su primer hijo, y de Het. 14De Canaán descienden los jebuseos, amorreos, gergeseos, 15heveos, araceos, sineos, 16arvadeos, semareos y hamateos.
17Hijos de Sem: Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. Los hijos de Aram fueron Us, Hul, Guéter y Mas. 18Arfaxad fue el padre de Sélah, y Sélah fue el padre de Éber. 19Éber tuvo dos hijos: el primero se llamaba Péleg, porque en su tiempo la gente de la tierra se dividió. El hermano de Péleg se llamaba Joctán. 20Joctán fue el padre de Almodad, Sélef, Hasar-mávet, Jérah, 21Hadoram, Uzal, Diclá, 22Obal, Abimael, Sebá, 23Ofir, Havilá y Jobab. Todos estos fueron hijos de Joctán.

Descendientes de Sem
(Gn 11.10-26)

24Sem, Arfaxad, Sélah, 25Éber, Péleg, Reú, 26Serug, Nahor, Térah 27y Abram, que es Abraham.

Descendientes de Ismael y de Queturá
(Gn 25.1-6,12-18)

28Hijos de Abraham: Isaac e Ismael. 29Sus descendientes fueron: Nebaiot, hijo mayor de Ismael, Quedar, Adbeel, Mibsam, 30Mismá, Dumá, Masá, Hadad, Temá, 31Jetur, Nafís y Quedmá. Estos fueron los hijos de Ismael.
32Hijos de Queturá, concubina de Abraham: Zimrán, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súah. Hijos de Jocsán: Sebá y Dedán. 33Hijos de Madián: Efá, Éfer, Hanoc, Abidá y Eldaá. Todos estos fueron descendientes de Queturá.

Descendientes de Esaú
(Gn 36.1-43)

34Abraham fue el padre de Isaac. Hijos de Isaac: Esaú e Israel. 35Hijos de Esaú: Elifaz, Reuel, Jeús, Jaalam y Coré. 36Hijos de Elifaz: Temán, Omar, Sefó, Gatam y Quenaz; de Timná tuvo a Amalec. 37Hijos de Reuel: Náhat, Zérah, Samá y Mizá.
38Hijos de Seír: Lotán, Sobal, Sibón, Aná, Disón, Éser y Disán. 39Hijos de Lotán: Horí y Hemam. Timná era hermana de Lotán. 40Hijos de Sobal: Alván, Manáhat, Ebal, Sefó y Onam. Hijos de Sibón: Aiá y Aná. 41Aná fue padre de Disón. Hijos de Disón: Hemdán, Esbán, Itrán y Querán. 42Hijos de Éser: Bilhán, Zaaván y Jaacán. Hijos de Disán: Us y Arán.
43Estos fueron los reyes que gobernaron en Edom antes que los israelitas tuvieran rey: Bela, hijo de Beor; su ciudad se llamaba Dinhaba. 44Cuando Bela murió, gobernó en su lugar Jobab, el hijo de Zérah, que era del pueblo de Bosrá. 45Cuando Jobab murió, gobernó en su lugar Husam, que era de la región de Temán. 46Cuando Husam murió, gobernó en su lugar Hadad, el hijo de Bedad, que derrotó a Madián en el campo de Moab; y su ciudad se llamaba Avit. 47Cuando murió Hadad, gobernó en su lugar Samlá, que era del pueblo de Masrecá. 48Cuando Samlá murió, gobernó en su lugar Saúl, que era de Rehobot, el pueblo que está junto al río. 49Cuando Saúl murió, gobernó en su lugar Baal-hanán, que era hijo de Acbor. 50Y cuando murió Baal-hanán, gobernó en su lugar Hadad; y su ciudad se llamaba Pau. La esposa de Hadad se llamaba Mehetabel y era hija de Matred y nieta de Mezaab.
51Después de la muerte de Hadad, los jefes de Edom fueron: Timná, Alvá, Jetet, 52Oholibamá, Elá, Pinón, 53Quenaz, Temán, Mibsar, 54Magdiel e Iram. Estos fueron los jefes de Edom.

Los hijos de Israel
(Gn 35.22-26)

1 Crónicas 2 1Los hijos de Israel fueron Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, 2Dan, José, Benjamín, Neftalí, Gad y Aser.

Descendientes de Judá

3Los hijos de Judá fueron Er, Onán y Selá. La madre de estos tres fue la hija de Súa, que era cananea. Pero Er, el hijo mayor de Judá, fue tan malo que el Señor le quitó la vida. 4Tamar, la nuera de Judá, tuvo de este dos hijos, Fares y Zérah. En total, los hijos de Judá fueron cinco.
5Los hijos de Fares fueron Hesrón y Hamul. 6Los hijos de Zérah fueron Zimrí, Etán, Hemán, Calcol y Dardá, cinco en total.
7El hijo de Carmí fue Acar, que trajo la desgracia sobre Israel al tomar lo que Dios había ordenado que se destruyera por completo. 8El hijo de Etán fue Azarías.
9Los hijos de Hesrón fueron Jerahmeel, Ram y Quelubai.
10Ram fue padre de Aminadab, y Aminadab fue padre de Nahasón, jefe de los descendientes de Judá. 11Nahasón fue padre de Salmá, Salmá fue padre de Booz, 12Booz fue padre de Obed, Obed fue padre de Jesé, 13Jesé fue padre de Eliab, su primer hijo; de Abinadab, el segundo; de Simá, el tercero; 14de Natanael, el cuarto; de Radai, el quinto; 15de Ósem, el sexto, y de David, el séptimo. 16Las hermanas de estos fueron Seruiá y Abigail. Los hijos de Seruiá fueron tres: Abisai, Joab y Asael. 17Abigail tuvo un hijo, Amasá, cuyo padre fue Jéter el ismaelita.
18Caleb, hijo de Hesrón, tuvo de Azubá, su mujer, un hijo: Jeriot. Sus otros hijos fueron Jéser, Sobab y Ardón. 19Cuando Azubá murió, Caleb se casó con Efrata, y tuvo de ella un hijo: Hur. 20Hur fue padre de Urí, y Urí fue padre de Besalel.
21Cuando Hesrón tenía sesenta años, se casó con la hija de Maquir, el padre de Galaad, y tuvo de ella un hijo: Segub. 22Segub fue padre de Jaír, quien tuvo veintitrés ciudades en la región de Galaad. 23Pero Guesur y Aram se apoderaron de los campamentos de Jaír, y también de Quenat y sus aldeas; en total sesenta ciudades. Todos estos fueron los descendientes de Maquir, padre de Galaad.
24Después de la muerte de Hesrón, Caleb se casó con Efrata, esposa de su padre Hesrón, y tuvo de ella un hijo, Ashur, que fue padre de Tecoa.
25Los hijos de Jerahmeel, hijo mayor de Hesrón, fueron Ram, el mayor, Buná, Oren, Ósem y Ahías. 26Jerahmeel tuvo otra esposa, llamada Atará, que fue madre de Onam.
27Los hijos de Ram, el hijo mayor de Jerahmeel, fueron Maas, Jamín y Équer. 28Los hijos de Onam fueron Samai y Jadá.
Los hijos de Samai fueron Nadab y Abisur. 29La esposa de Abisur se llamaba Abihail y fue madre de Ahbán y Molid.
30Los hijos de Nadab fueron Séled y Apaim. Séled murió sin hijos. 31Apaim fue padre de Isí. Isí fue padre de Sesán. Sesán fue padre de Ahlai.
32Los hijos de Jadá, hermano de Samai, fueron Jéter y Jonatán. Jéter murió sin hijos. 33Los hijos de Jonatán fueron Pélet y Zazá.
Estos fueron los descendientes de Jerahmeel.
34Sesán no tuvo hijos: solo tuvo hijas. Pero tenía un esclavo egipcio llamado Jarhá 35y a este dio por esposa una de sus hijas, de la que tuvo un hijo: Atai. 36Atai fue padre de Natán, Natán fue padre de Zabad, 37Zabad fue padre de Eflal, Eflal fue padre de Obed, 38Obed fue padre de Jehú, Jehú fue padre de Azarías, 39Azarías fue padre de Heles, Heles fue padre de Elasá, 40Elasá fue padre de Sismai, Sismai fue padre de Salum, 41Salum fue padre de Jecamías, y Jecamías fue padre de Elisamá.
42Los hijos de Caleb, hermano de Jerahmeel, fueron Mesá, el mayor, que fue padre de Zif, y Maresá, el segundo, que fue padre de Hebrón. 43Los hijos de Hebrón fueron Coré, Tapúah, Réquem y Sema. 44Sema fue padre de Ráham, que fue padre de Jorcoam; y Réquem fue padre de Samai. 45De Samai fue hijo Maón, padre de Bet-sur.
46Efá, concubina de Caleb, fue madre de Harán, Mosá y Gazez. Harán fue el padre de Gazez.
47Los hijos de Jahdai fueron Réguem, Jotam, Guesán, Pélet, Efá y Sáaf.
48Maacá, concubina de Caleb, fue madre de Séber y de Tirhaná. 49También fue madre de Sáaf, padre de Madmaná, y de Sevá, padre de Macbená y de Guibeá. Caleb tuvo también una hija, llamada Acsa.
50Estos fueron los descendientes de Caleb.
Los hijos de Hur, hijo mayor de Efrata, fueron Sobal, padre de Quiriat-jearim; 51Salmá, padre de Belén; y Haref, padre de Bet-gader.
52Los hijos de Sobal, padre de Quiriat-jearim, fueron Reaías, la mitad de los manahetitas 53y los clanes de Quiriat-jearim: los itritas, los futitas, los sumatitas y los misraítas, de quienes vienen los soratitas y los estaolitas.
54Los hijos de Salmá fueron Belén, los netofatitas, Atrot-bet-joab, la otra mitad de los manahetitas, los soreítas 55y los clanes de los soferitas que vivían en Jabés, es decir, los tirateos, simateos y sucateos. Estos son los quenitas que descienden de Hamat, padre de Bet-recab.


Oración de Habacuc

Habacuc 3 1Esta es una oración del profeta Habacuc.

2Lo que oigo acerca de ti, Señor,
y de todo lo que has hecho,
me llena de profunda reverencia.
Realiza ahora, en nuestra vida,
tus grandes acciones de otros tiempos,
para que nosotros también las conozcamos.
Muéstranos así tu compasión
aun en medio de tu enojo.

3Dios viene de la región de Temán;
del monte Parán viene el Dios Santo.
Su gloria se extiende por todo el cielo,
y el mundo entero se llena de su alabanza.
4Viene envuelto en brillante resplandor,
y de sus manos brotan rayos de luz
que muestran el poder que en él se esconde.
5Delante de él llegan plagas terribles,
y detrás la fiebre abrasadora.
6La tierra tiembla cuando él se detiene;
se estremecen las naciones cuando las mira;
las viejas montañas se derrumban
y se deshacen los montes antiguos;
pero los caminos de Dios son eternos.

7Yo he visto a la gente de Cusán
hundida en la desgracia,
a los habitantes de Madián
encogidos por el miedo.
8¿Te has enojado, Señor, contra los ríos?
¿Se ha encendido tu furor contra los mares?
¿Cabalgas por eso en tus caballos
y montas así en tu carro victorioso?

9Tienes el arco preparado
y dispuestas todas tus flechas.
Con los ríos has abierto surcos en la tierra.
10Las montañas tiemblan al verte;
cae del cielo la lluvia torrencial,
y el mar profundo da su rugido
mientras se alzan sus olas inmensas.
11El sol y la luna no salen de su escondite
ante el vivo resplandor de tus flechas
y la luz relampagueante de tu lanza.
12En tu enojo recorres toda la tierra;
en tu furor pisoteas las naciones.
13Tú has salido en ayuda de tu pueblo
y del rey que tú mismo escogiste.
Has destruido el techo de la casa del malvado,
y has descubierto hasta la roca sus cimientos.
14Mataste a su jefe con sus propias flechas,
cuando sus jinetes, como una tempestad,
se lanzaron arrogantes
a dispersar a los indefensos,
para destruirlos en secreto.

15Con tus caballos recorres el mar,
la gran extensión de las aguas profundas.

16Al oir todo esto tuve miedo.
Mis labios se pusieron a temblar,
mis piernas dejaron de sostenerme
y todo mi cuerpo perdió sus fuerzas.
Aun así, esperaré tranquilo
el día en que Dios ponga en angustia
al ejército de nuestros opresores.

17-18Entonces me llenaré de alegría
a causa del Señor mi salvador.
Le alabaré aunque no florezcan las higueras
ni den fruto los viñedos y los olivares;
aunque los campos no den su cosecha;
aunque se acaben los rebaños de ovejas
y no haya reses en los establos.
19Porque el Señor me da fuerzas;
da a mis piernas la ligereza del ciervo
y me lleva a alturas donde estaré a salvo.

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