el dieciocho de abril - Hechos 7.1-22, Deuteronomio 29-30 y Job 18

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Defensa de Esteban

Hechos 7 1El sumo sacerdote le preguntó a Esteban si lo que decían de él era cierto, 2y él contestó: "Hermanos y padres, escúchenme: Nuestro glorioso Dios se mostró a nuestro antepasado Abraham cuando estaba en Mesopotamia, antes que se fuera a vivir a Harán, 3y le dijo: 'Deja tu tierra y a tus parientes, y vete a la tierra que yo te mostraré.' 4Entonces Abraham salió de Caldea y se fue a vivir a Harán. Después murió su padre, y Dios trajo a Abraham a esta tierra, donde ustedes viven ahora. 5Pero no le dio ninguna herencia en ella; ni siquiera un lugar donde poner el pie. Pero sí le prometió que se la daría, para que después de su muerte fuera de sus descendientes (aunque en aquel tiempo Abraham todavía no tenía hijos). 6Además, Dios le dijo que sus descendientes vivirían como extranjeros en una tierra extraña, y que serían esclavos, y que los maltratarían durante cuatrocientos años. 7Pero también le dijo Dios: 'Yo castigaré a la nación que los haga esclavos, y después ellos saldrán de allí y me servirán en este lugar.' 8En su alianza, Dios ordenó a Abraham la práctica de la circuncisión. Por eso, a los ocho días de haber nacido su hijo Isaac, Abraham lo circuncidó. Lo mismo hizo Isaac con su hijo Jacob, y este hizo lo mismo con sus hijos, que fueron los padres de las doce tribus de Israel.
9"Estos hijos de Jacob, que fueron nuestros antepasados, tuvieron envidia de su hermano José, y lo vendieron para que se lo llevaran a Egipto. Pero Dios, que estaba con José, 10lo libró de todas sus aflicciones. Le dio sabiduría y lo hizo ganarse el favor del faraón, rey de Egipto, el cual nombró a José gobernador de Egipto y del palacio real.
11"Hubo entonces hambre y mucha aflicción en todo Egipto y en Canaán, y nuestros antepasados no tenían qué comer. 12Pero cuando Jacob supo que en Egipto había de comer, mandó allá a sus hijos, es decir, a nuestros antepasados. Este fue el primer viaje que hicieron. 13Cuando fueron por segunda vez, José se dio a conocer a sus hermanos, y así el faraón supo de qué raza era José. 14Más tarde, José ordenó que su padre Jacob y toda su familia, que eran setenta y cinco personas, fueran llevados a Egipto. 15De ese modo Jacob se fue a vivir a Egipto; y allí murió, y allí murieron también nuestros antepasados. 16Los restos de Jacob fueron llevados a Siquem, y fueron enterrados en el sepulcro que Abraham había comprado por cierta cantidad de dinero a los hijos de Hamor, en Siquem.
17"Cuando ya se acercaba el tiempo en que había de cumplirse la promesa hecha por Dios a Abraham, el pueblo de Israel había crecido en Egipto y se había hecho numeroso; 18y por entonces comenzó a gobernar en Egipto un rey que no había conocido a José. 19Este rey engañó a nuestro pueblo y maltrató a nuestros antepasados; los obligó a abandonar y dejar morir a sus hijos recién nacidos. 20En aquel tiempo nació Moisés. Fue un niño extraordinariamente hermoso, y sus padres lo criaron en su casa durante tres meses. 21Cuando tuvieron que abandonarlo, la hija del faraón lo recogió y lo crió como si fuera su propio hijo. 22De esa manera Moisés fue instruido en la sabiduría de los egipcios, y fue un hombre poderoso en palabras y en hechos.


Alianza del Señor con Israel en Moab

Deuteronomio 29 1Estos son los términos de la alianza que el Señor ordenó a Moisés hacer con los israelitas en el país de Moab, además de la alianza que ya había hecho con ellos en el monte Horeb. 2Moisés reunió a todos los israelitas y les dijo:
"Ustedes han visto todo lo que el Señor hizo en Egipto al faraón, a sus funcionarios y a todo su país, 3y son testigos de esas grandes pruebas, señales y maravillas. 4Pero hasta ahora el Señor no les ha dado entendimiento ni les ha permitido comprender el significado de todo ello. 5Durante cuarenta años yo los he guiado por el desierto, y en ese tiempo no se les ha gastado la ropa ni el calzado. 6No han comido pan ni bebido vino, ni han tomado ninguna bebida fuerte, para que sepan que el Señor es el Dios de ustedes.
7"Cuando llegamos a esta región, salieron a atacarnos Sihón, rey de Hesbón, y Og, rey de Basán, pero los derrotamos 8y nos apoderamos de su país, y se lo dimos en propiedad a las tribus de Rubén y Gad y a la media tribu de Manasés. 9Por lo tanto, cumplan los términos de esta alianza y pónganlos en práctica, para que les vaya bien en todo lo que hagan.
10"Hoy están reunidos todos ustedes delante del Señor su Dios: los jefes de sus tribus, los ancianos, los oficiales, todos los hombres de Israel, 11los niños, las mujeres y los extranjeros que viven entre ustedes, desde el leñador hasta el aguador, 12para comprometerse bajo juramento en la alianza que el Señor su Dios hace hoy con ustedes. 13Hoy queda establecido que ustedes son su pueblo y que él es su Dios, como ya se lo había prometido a Abraham, Isaac y Jacob, los antepasados de ustedes. 14Pero no solo con ustedes hace el Señor esta alianza y este juramento, 15sino también con los que no están hoy aquí con nosotros delante de él. 16Ustedes saben muy bien cómo hemos vivido en Egipto y de qué manera hemos tenido que pasar por las naciones que hemos encontrado en nuestro camino, 17donde hemos visto los falsos dioses y los despreciables ídolos de madera, piedra, plata y oro, que esa gente adora. 18Que no haya entre ustedes ni hombre ni mujer, ni familia ni tribu, que abandone hoy al Señor nuestro Dios por adorar a los dioses de esas naciones. Que ninguno de ustedes sea como una planta de raíz amarga y venenosa.
19"Si después de haber escuchado los términos de este juramento, alguno de ustedes se cree demasiado bueno y piensa: 'Todo me ha de salir bien, aunque haga yo lo que me dé la gana', él será la causa de la ruina de todos. 20El Señor no va a estar dispuesto a perdonarlo, sino que descargará su ira y su indignación sobre ese hombre, y caerán sobre él todas las maldiciones anunciadas en este libro, y el Señor borrará de la tierra su descendencia. 21El Señor apartará de todas las tribus de Israel a ese hombre, y lo hará caer en desgracia, conforme a todas las maldiciones de la alianza que está escrita en este libro de la ley. 22La generación futura, los descendientes de ustedes que han de venir después, así como los extranjeros que lleguen de países lejanos, verán las plagas y las enfermedades que el Señor enviará sobre esta tierra; 23verán que todo el país no es más que azufre, sal y tierra quemada. No se podrá sembrar en esa tierra, ni nada podrá producir; ni siquiera una hierba podrá crecer en ella, tal como sucedió en la destrucción de las ciudades de Sodoma, Gomorra, Admá y Seboím, las cuales destruyó el Señor en su ira y furor.
24"Entonces todo el mundo preguntará: '¿Por qué hizo esto el Señor con este país? ¿Por qué se encendió tanto su furor?' 25Y la respuesta será: 'Porque abandonaron la alianza que el Señor, el Dios de sus antepasados, hizo con ellos cuando los sacó de Egipto, 26y se fueron a rendir culto e inclinarse ante otros dioses que no conocían ni nunca les dieron nada. 27Por eso se enojó el Señor contra esta tierra, e hizo caer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro; 28y los arrojó de su país con ira, furor y gran indignación, echándolos a otros países, como está sucediendo ahora.'
29"Hay cosas que no sabemos: esas pertenecen al Señor nuestro Dios; pero hay cosas que nos han sido reveladas a nosotros y a nuestros hijos para que las cumplamos siempre: todos los mandamientos de esta ley.

Condiciones para la restauración y la bendición

Deuteronomio 30 1"Cuando les sobrevenga a ustedes todo lo que les he anunciado, la bendición y la maldición que les he dado a elegir, y reflexionen sobre ellas en las naciones donde el Señor su Dios los arroje, 2si se vuelven al Señor y lo obedecen de todo corazón y con toda su alma, ustedes y los hijos de ustedes, como yo se lo ordeno ahora, 3entonces el Señor su Dios cambiará la suerte de ustedes y les tendrá compasión. Los reunirá otra vez de entre los países donde antes los arrojó, 4y aunque los desterrados de ustedes estén esparcidos por los lugares más lejanos del mundo, de allá los hará venir el Señor su Dios, y hasta allá irá a buscarlos. 5El Señor los hará volver de nuevo al país que los antepasados de ustedes ocuparon, y ustedes volverán a ocuparlo; los hará prosperar y les dará más hijos que a sus antepasados. 6Pondrá la marca de la alianza en el corazón de ustedes y en el de sus descendientes, para que lo amen con todo su corazón y con toda su alma, a fin de que tengan vida. 7El Señor su Dios hará caer todas estas maldiciones sobre los enemigos de ustedes y sobre los que los persiguieron con odio, 8y ustedes se volverán al Señor y lo obedecerán, y pondrán en práctica todos los mandamientos que yo les ordeno hoy. 9Entonces el Señor les hará prosperar en todo lo que hagan, y en hijos, en crías de ganado y en cosechas; sí, el Señor su Dios volverá a complacerse en hacerles bien, como antes se complacía en hacerlo a los antepasados de ustedes, 10si es que obedecen al Señor su Dios y cumplen sus mandamientos y leyes escritos en este libro de la ley, y se vuelven a él con todo su corazón y con toda su alma.
11"Este mandamiento que hoy les doy no es demasiado difícil para ustedes, ni está fuera de su alcance. 12No está en el cielo, para que se diga: '¿Quién puede subir al cielo por nosotros, para que nos lo traiga y nos lo dé a conocer, y lo pongamos en práctica?' 13Tampoco está del otro lado del mar, para que se diga: '¿Quién cruzará el mar por nosotros, para que nos lo traiga y nos lo dé a conocer, y lo pongamos en práctica?' 14Al contrario, el mandamiento está muy cerca de ustedes; está en sus labios y en su pensamiento, para que puedan cumplirlo.
15"Miren, hoy les doy a elegir entre la vida y el bien, por un lado, y la muerte y el mal, por el otro. 16Si obedecen lo que hoy les ordeno, y aman al Señor su Dios, y siguen sus caminos, y cumplen sus mandamientos, leyes y decretos, vivirán y tendrán muchos hijos, y el Señor su Dios los bendecirá en el país que van a ocupar. 17Pero si no hacen caso de todo esto, sino que se dejan arrastrar por otros dioses para rendirles culto y arrodillarse ante ellos, 18en este mismo momento les advierto que morirán sin falta, y que no estarán mucho tiempo en el país que van a conquistar después de haber cruzado el Jordán. 19En este día pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ustedes, de que les he dado a elegir entre la vida y la muerte, y entre la bendición y la maldición. Escojan, pues, la vida, para que vivan ustedes y sus descendientes; 20amen al Señor su Dios, obedézcanlo y séanle fieles, porque de ello depende la vida de ustedes y el que vivan muchos años en el país que el Señor juró dar a Abraham, Isaac y Jacob, antepasados de ustedes."


Job 18
Bildad
1-2¿Cuándo va a dejar de hablar esta gente?
Si fuera razonable, podríamos hablar.
3¿Por qué se nos trata como animales
y se nos considera estúpidos?
4¿Crees tú que por desgarrarte rabiosamente
va a quedar desierta la tierra
o las rocas van a cambiar de lugar?
5Al malvado se le apagará la luz,
y su fuego no volverá a dar llama.
6Su lámpara se apagará;
en su casa no brillará la luz.
7Su paso firme perderá fuerza,
y quedará atrapado en su propia trampa.
8Se pondrá una red a su paso,
y en esa red quedará atrapado.
9Se tenderá un lazo a sus pies,
y alrededor del tobillo se le cerrará el nudo.
10La trampa estará oculta en el camino
para atraparle cuando pase.
11Por todas partes se siente amenazado;
se siente perseguido a cada paso.
12Sus fuerzas se acaban por el hambre;
la desgracia está lista a caerle encima.
13La enfermedad, hija preferida de la muerte,
le devora la carne poco a poco.
14Arrancado es también de la paz de su hogar
y llevado a rastras ante el rey del terror.
15Se prende fuego a su casa;
sus posesiones son rociadas con azufre.
16Es como un árbol de raíces secas
y ramas marchitas.
17Su recuerdo se borrará de la tierra
y no se volverá a pronunciar su nombre.
18Lo arrojarán de la luz a las tinieblas;
lo expulsarán de este mundo.
19No tendrá descendientes en su pueblo;
nadie en su casa quedará con vida.
20Cuando sepan su destino, en oriente y occidente
quedarán espantados, llenos de terror.
21En eso acaba la vida del malvado,
del hombre que desprecia a Dios.

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