Jesús se aparece a los discípulos (Mt 28.16-20; Mc 16.14-18; Jn 20.19-23)
36Estaban todavía hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y los saludó diciendo:
--Paz a ustedes.
37Ellos se asustaron mucho, pensando que estaban viendo un espíritu.
38Pero Jesús les dijo:
--¿Por qué están asustados? ¿Por qué tienen esas dudas en su corazón?
39Miren mis manos y mis pies. Soy yo mismo. Tóquenme y vean: un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que tengo yo.
40Al decirles esto, les enseñó las manos y los pies.
41Pero como ellos no acababan de creerlo, a causa de la alegría y el asombro que sentían, Jesús les preguntó:
--¿Tienen aquí algo que comer?
42Le dieron un pedazo de pescado asado,
43y él lo aceptó y lo comió en su presencia.
44Luego les dijo:
--Lo que me ha pasado es aquello que les anuncié cuando estaba todavía con ustedes: que había de cumplirse todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos.
45Entonces hizo que entendieran las Escrituras,
46y les dijo:
--Está escrito que el Mesías tenía que morir, y resucitar al tercer día,
47y que en su nombre se anunciará a todas las naciones que se vuelvan a Dios, para que él les perdone sus pecados. Comenzando desde Jerusalén,
48ustedes deben dar testimonio de estas cosas.
49Y yo enviaré sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Pero ustedes quédense aquí, en la ciudad de Jerusalén, hasta que reciban el poder que viene del cielo.
Jesús sube al cielo (Mc 16.19-20)
50Luego Jesús los llevó fuera de la ciudad, hasta Betania, y alzando las manos los bendijo.
51Y mientras los bendecía, se apartó de ellos y fue llevado al cielo.
52Ellos, después de adorarlo, volvieron a Jerusalén muy contentos.
53Y estaban siempre en el templo, alabando a Dios.
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