el catorce de febrero - Hebreos 10.19-39, Éxodo 11-12 y Proverbios 4

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Exhortación a la fidelidad

Hebreos 10 19Hermanos, ahora podemos entrar con toda libertad en el santuario gracias a la sangre de Jesús, 20siguiendo el nuevo camino de vida que él nos abrió a través del velo, es decir, a través de su propio cuerpo. 21Tenemos un gran sacerdote al frente de la casa de Dios. 22Por eso, acerquémonos a Dios con corazón sincero y con una fe completamente segura, limpios nuestros corazones de mala conciencia y lavados nuestros cuerpos con agua pura. 23Mantengámonos firmes, sin dudar, en la esperanza de la fe que profesamos, porque Dios cumplirá la promesa que nos ha hecho. 24Busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y a hacer el bien. 25No dejemos de asistir a nuestras reuniones, como hacen algunos, sino démonos ánimos unos a otros; y tanto más cuanto que vemos que el día del Señor se acerca.
26Porque si seguimos pecando intencionalmente después de haber conocido la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados; 27solamente nos queda la terrible amenaza del juicio y del fuego ardiente que destruirá a los enemigos de Dios. 28Cuando alguien desobedece la ley de Moisés, si hay dos o tres testigos que declaren contra él, se le condena a muerte sin compasión. 29Pues ¿no creen ustedes que mucho mayor castigo merecen los que pisotean al Hijo de Dios y desprecian su sangre, los que insultan al Espíritu del Dios que los ama? Esa sangre es la que confirma la alianza, y con ella han sido ellos consagrados. 30Sabemos que el Señor ha dicho: "A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré." Y ha dicho también: "El Señor juzgará a su pueblo." 31¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios viviente!
32Pero recuerden ustedes los tiempos pasados, cuando acababan ustedes de recibir la luz y soportaron con fortaleza los sufrimientos de una gran lucha. 33Algunos de ustedes fueron insultados y maltratados públicamente, y otros se unieron en el sufrimiento con los que fueron tratados así. 34Ustedes tuvieron compasión de los que estaban en la cárcel, y hasta con alegría se dejaron quitar lo que poseían, sabiendo que en el cielo tienen algo que es mucho mejor y que permanece para siempre. 35No pierdan, pues, su confianza, porque ella les traerá una gran recompensa. 36Ustedes necesitan tener fortaleza en el sufrimiento, para hacer la voluntad de Dios y recibir así lo que él ha prometido. 37Pues la Escritura dice:
"Pronto, muy pronto,
vendrá el que tiene que venir.
No tardará.
38Mi justo por la fe vivirá;
pero si se vuelve atrás,
no estaré contento de él."
39Y nosotros no somos de los que se vuelven atrás y van a su condenación, sino de los que alcanzan la salvación porque tienen fe.


Anuncio de la muerte de los hijos mayores

Éxodo 11 1El Señor le dijo a Moisés:
--Todavía voy a traer otra plaga sobre el faraón y los egipcios. Después de esto, el faraón no solo va a dejar que ustedes salgan, sino que él mismo los va a echar de aquí. 2Pero ahora diles a los israelitas, hombres y mujeres, que pidan a sus vecinos y vecinas objetos de oro y plata.
3El Señor hizo que los egipcios fueran muy amables con los israelitas. Además, los funcionarios del faraón consideraban a Moisés como un hombre extraordinario, y lo mismo pensaban todos en Egipto.
4Moisés dijo al faraón:
--Así ha dicho el Señor: 'A la medianoche pasaré por todo Egipto, 5y morirá el hijo mayor de cada familia egipcia, desde el hijo mayor del faraón que ocupa el trono, hasta el hijo mayor de la esclava que trabaja en el molino. También morirán todas las primeras crías de los animales. 6En todo Egipto habrá gritos de dolor, como nunca los ha habido ni los volverá a haber.' 7Y para que sepan ustedes que el Señor hace diferencia entre egipcios e israelitas, ni siquiera le ladrarán los perros a ningún hombre o animal de los israelitas. 8Entonces vendrán a verme todos estos funcionarios tuyos, y de rodillas me pedirán: 'Váyanse, tú y toda la gente que te sigue.' Antes de eso, no me iré.
Y muy enojado, Moisés salió de la presencia del faraón. 9Después, el Señor le dijo a Moisés:
--El faraón no les va a hacer caso a ustedes, y así serán más las maravillas que yo haré en Egipto.
10Moisés y Aarón hicieron todas estas maravillas delante del faraón, pero como el Señor lo había hecho ponerse terco, el faraón no dejó salir de Egipto a los israelitas.

La Pascua

Éxodo 12 1El Señor habló en Egipto con Moisés y Aarón, y les dijo:
2"Este mes será para ustedes el principal, el primer mes del año. 3Díganle a toda la comunidad israelita lo siguiente: 'El día diez de este mes, cada uno de ustedes tomará un cordero o un cabrito por familia, uno por cada casa. 4Y si la familia es demasiado pequeña para comerse todo el animal, entonces el dueño de la casa y su vecino más cercano lo comerán juntos, repartiéndoselo según el número de personas que haya y la cantidad que cada uno pueda comer. 5El animal deberá ser de un año, macho y sin defecto, y podrá ser un cordero o un cabrito. 6Lo guardarán hasta el catorce de este mes, y ese día todos y cada uno en Israel lo matarán al atardecer. 7Tomarán luego la sangre del animal y la untarán por todo el marco de la puerta de la casa donde coman el animal. 8Esa noche comerán la carne asada al fuego, con hierbas amargas y pan sin levadura. 9No coman ni un solo pedazo crudo o hervido. Todo el animal, lo mismo la cabeza que las patas y las entrañas, tiene que ser asado al fuego, 10y no deben dejar nada para el día siguiente. Si algo se queda, deberán quemarlo. 11Ya vestidos y calzados, y con el bastón en la mano, coman de prisa el animal, porque es la Pascua del Señor. 12Esa noche yo pasaré por todo Egipto, y heriré de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia y a las primeras crías de sus animales, y dictaré sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo, el Señor, lo he dicho.
13'La sangre les servirá para que ustedes señalen las casas donde se encuentren. Y así, cuando yo hiera de muerte a los egipcios, ninguno de ustedes morirá, pues veré la sangre y pasaré de largo. 14Este es un día que ustedes deberán recordar y celebrar con una gran fiesta en honor del Señor. Lo celebrarán como una ley permanente que pasará de padres a hijos. 15Comerán pan sin levadura durante siete días; por lo tanto, desde el primer día no deberá haber levadura en sus casas. Cualquiera que coma pan con levadura durante estos siete días, será eliminado del pueblo de Israel. 16Tanto el primer día como el séptimo deberán dedicarlos a una reunión santa. Esos días no se trabajará, a no ser para preparar la comida de cada persona. 17La fiesta de los panes sin levadura es un día que ustedes deberán celebrar, porque en ese mismo día los saqué de Egipto a todos ustedes. Lo celebrarán como una ley permanente que pasará de padres a hijos. 18Comerán pan sin levadura desde la tarde del día catorce del primer mes hasta la tarde del día veintiuno del mismo mes. 19No deberá haber levadura en sus casas durante siete días, porque cualquiera que coma pan con levadura será eliminado de la comunidad israelita, tanto si es extranjero como si es del país. 20Por lo tanto, no coman nada que tenga levadura. Dondequiera que ustedes vivan, deberán comer pan sin levadura.'  "
21Moisés mandó llamar a todos los ancianos israelitas y les dijo: "Vayan y tomen un cordero o un cabrito para sus familias, y mátenlo para celebrar la Pascua. 22La sangre debe quedar en una palangana; tomen después un manojo de ramas de hisopo, mójenlo en la sangre, y unten la sangre por todo el marco de la puerta de la casa. Ninguno de ustedes debe salir de su casa antes del amanecer. 23Cuando el Señor pase para herir de muerte a los egipcios, verá la sangre por todo el marco de la puerta, y pasará de largo por esa casa. Así el Señor no dejará que el destructor entre en las casas de ustedes. 24Esta orden la respetarán ustedes y sus descendientes, como una ley eterna. 25Cuando ustedes hayan entrado ya en la tierra que el Señor les va a dar, tal como lo ha prometido, deberán seguir celebrando esta ceremonia. 26Y cuando sus hijos les pregunten: '¿Qué significa esta ceremonia?', 27ustedes deberán contestar: 'Este animal se sacrifica en la Pascua, en honor del Señor. Cuando él hirió de muerte a los egipcios, pasó de largo por las casas de los israelitas que vivían en Egipto, y así salvó a nuestras familias.'  "
Entonces los israelitas se inclinaron en actitud de adoración, 28y luego fueron e hicieron todo tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés y Aarón.

La muerte de los hijos mayores

29A medianoche el Señor hirió de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia, lo mismo al hijo mayor del faraón que ocupaba el trono, que al hijo mayor del que estaba preso en la cárcel, y también a las primeras crías de los animales. 30El faraón, sus funcionarios, y todos los egipcios, se levantaron esa noche, y hubo grandes gritos de dolor en todo Egipto. No había una sola casa donde no hubiera algún muerto. 31Esa misma noche el faraón mandó llamar a Moisés y Aarón, y les dijo:
--Váyanse, apártense de mi gente, ustedes y los israelitas. Vayan a adorar al Señor, tal como dijeron. 32Llévense también sus ovejas y vacas, como querían, y váyanse. Y rueguen a Dios por mí.
33Los egipcios apuraron a los israelitas para que se fueran pronto de su país, pues pensaban que todos iban a morir. 34Los israelitas sacaron la masa, todavía sin levadura, y con artesa y todo la envolvieron en sus ropas y se la echaron al hombro. 35Además, siguiendo las órdenes de Moisés, les pidieron a los egipcios objetos de oro y plata, y vestidos. 36El Señor hizo que los egipcios dieran de buena gana todo lo que los israelitas pedían, y así los israelitas despojaron a los egipcios.

Los israelitas salen de Egipto

37Los israelitas salieron de Ramsés a Sucot. Sin contar mujeres y niños, eran como seiscientos mil hombres de a pie, en edad militar. 38Con ellos se fue muchísima gente de toda clase, además de muchas ovejas y vacas. 39Como no habían tenido tiempo de preparar comida, pues los egipcios los habían echado de su país, hicieron tortas sin levadura con la masa que habían sacado de Egipto, la cual estaba sin fermentar.
40Los israelitas habían vivido en Egipto cuatrocientos treinta años, 41y el mismo día en que se cumplieron los cuatrocientos treinta años, todos los ejércitos del Señor salieron de aquel país. 42Esa noche el Señor estuvo vigilante para sacarlos de Egipto. Esa es la noche del Señor, la noche en que, en su honor, los israelitas también deberán estar vigilantes, generación tras generación.

Leyes acerca de la Pascua

43El Señor les dijo a Moisés y Aarón:
"Esta es la ley para la Pascua: Ningún extranjero podrá comer del animal sacrificado, 44pero el esclavo comprado por dinero sí podrá comer de él, si ha sido circuncidado antes. 45Ningún extranjero, ya sea que esté de paso o que viva como asalariado, podrá comer del animal, 46el cual deberá comerse en una sola casa. No se sacará de la casa ni un solo pedazo de carne del animal sacrificado, ni se le quebrarán los huesos. 47Esto lo hará toda la comunidad israelita. 48Sin embargo, si un extranjero vive entre ustedes y quiere celebrar la Pascua en honor del Señor, primero ha de hacer que se circunciden todos los hombres de su familia, y después podrá celebrarla, pues entonces será como los nacidos en el país. Pero no podrá comer del animal nadie que no esté circuncidado. 49La misma ley se aplicará a los nacidos en el país y a los extranjeros que vivan entre ustedes."
50Los israelitas lo hicieron todo tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés y Aarón. 51Aquel mismo día, el Señor sacó de Egipto a los ejércitos israelitas.


Exhortaciones a seguir el buen camino

Proverbios 4 1Hijos, atiendan a los consejos de su padre;
pongan atención, para que adquieran buen juicio.
2Yo les he dado una buena instrucción,
así que no descuiden mis enseñanzas.
3Pues yo también he sido hijo:
mi madre me amaba con ternura
4y mi padre me instruía de esta manera:
"Grábate en la mente mis palabras;
haz lo que te ordeno, y vivirás.
5Adquiere sabiduría y buen juicio;
no eches mis palabras al olvido.
6Ama a la sabiduría, no la abandones
y ella te dará su protección.
7Antes que cualquier otra cosa,
adquiere sabiduría y buen juicio.
8Ámala, y te enaltecerá;
abrázala, y te honrará;
9¡te obsequiará con la más bella guirnalda
y te coronará con ella!"

10Atiende a mis palabras, hijo mío,
hazlas tuyas y aumentarán los años de tu vida.
11Yo te llevaré por el camino de la sabiduría:
te haré andar por el buen camino,
12en el que no habrá estorbos a tu paso,
en el que no tropezarás aun cuando corras.
13Aférrate a la instrucción y no la descuides;
ponla en práctica, pues es vida para ti.
14No vayas tras los pasos de los malvados,
no sigas su mala conducta.
15Evita el pasar por su camino;
apártate de ellos y sigue adelante,
16pues no están en paz si no hacen lo malo;
pierden el sueño, si no hacen caer a alguno.
17¡Su comida y su bebida
son la maldad y la violencia!

18El camino de los justos es como la luz de un nuevo día:
va en aumento hasta brillar en todo su esplendor.
19Pero el camino de los malvados es oscuro;
¡ni siquiera saben contra qué tropiezan!

20Atiende a mis palabras, hijo mío;
préstales atención.
21Jamás las pierdas de vista,
¡grábatelas en la mente!
22Ellas dan vida y salud
a todo el que las halla.
23Cuida tu mente más que nada en el mundo,
porque ella es fuente de vida.
24Evita el decir cosas falsas;
apártate de la mentira.
25Mira siempre adelante,
mira siempre de frente.
26Fíjate bien en dónde pones los pies,
y siempre pisarás terreno firme.
27No te desvíes de tu camino;
evita el andar en malos pasos.

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