La puerta angosta (Mt 7.13-14,21-23)
22En su camino a Jerusalén, Jesús enseñaba en los pueblos y aldeas por donde pasaba.
23Uno le preguntó:
--Señor, ¿son pocos los que se salvan?
Y él contestó:
24--Procuren entrar por la puerta angosta; porque les digo que muchos querrán entrar, y no podrán.
25Después que el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, ustedes, los que están afuera, llamarán y dirán: 'Señor, ábrenos.' Pero él les contestará: 'No sé de dónde son ustedes.'
26Entonces comenzarán ustedes a decir: 'Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras calles.'
27Pero él les contestará: 'No sé de dónde son ustedes. ¡Apártense de mí, malhechores!'
28Entonces vendrán el llanto y la desesperación, al ver que Abraham, Isaac, Jacob y todos los profetas están en el reino de Dios, y que ustedes son echados fuera.
29Porque va a venir gente del norte y del sur, del este y del oeste, para sentarse a comer en el reino de Dios.
30Entonces algunos de los que ahora son los últimos serán los primeros, y algunos que ahora son los primeros serán los últimos.
Jesús llora por Jerusalén (Mt 23.37-39)
31También entonces llegaron algunos fariseos, y le dijeron a Jesús:
--Vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.
32Él les contestó:
--Vayan y díganle a ese zorro: 'Mira, hoy y mañana expulso a los demonios y sano a los enfermos, y pasado mañana termino.'
33Pero tengo que seguir mi camino hoy, mañana y el día siguiente, porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.
34"¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los mensajeros que Dios te envía! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos bajo las alas, pero ustedes no quisieron!
35Pues miren, el hogar de ustedes va a quedar abandonado; y les digo que no volverán a verme hasta que llegue el tiempo en que ustedes digan: '¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!' "
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